El uso de las gafas de sol conduciendo no solo es habitual, sino que también resulta recomendable cuando las condiciones lumínicas tienden a cegar a los conductores. Por lo tanto, además de no ser peligrosas en caso de accidente, pueden evitar una colisión en caso de deslumbramiento.
Sin embargo, existe la creencia de que utilizar gafas de sol puede ser peligroso en caso de que tengamos una colisión y salte el airbag. Hay que tener en cuenta que esta bolsa de aire que se emplea para reducir el impacto en los accidentes sale con mucha fuerza. Esto podría afectar a quienes llevan cualquier tipo de gafas, no sólo de solo.
No obstante, ya hace más de una década que el Real Automóvil Club de España (RACE) y la Fundación Alain Afflelou demostraron “que en un choque severo un conductor con gafas que se golpea contra el airbag no sufre daños provocados por la montura, ni se produce rotura de los cristales”, explica en la propia DGT, que además argumenta lo siguiente: “El airbag, en combinación con el cinturón de seguridad, es uno de los elementos que más ha ayudado en la prevención de lesiones severas, aumentando las posibilidades de supervivencia de los ocupantes al evitar impactos directos contra los elementos rígidos del habitáculo”.
Una vez aclarado el hecho de que llevar gafas de sol no tiene por qué ser un peligro sin salta el airbag –de hecho, en una colisión fuerte es probable que salgan “volando” antes de que llegue el propio airbag–, hay que apuntar que no todas las gafas de sol son adecuadas para la conducción.
En primer lugar, no podemos olvidar que si una persona necesita gafas graduadas para conducir, las gafas de sol también han de estarlo, pues de lo contrario puede ser sancionada, ya que estará poniendo en peligro a los ocupantes tanto de su vehículo como de los demás automóviles. Así pues, si el sol moles mientras se conduce, las gafas de sol comunes no pueden sustituir a las gafas graduadas.
Por otro lado, la DGT también avisa de un tipo de gafas tintadas que no deben utilizarse al manejar un vehículo: “Nunca deben utilizarse al conducir ni gafas de sol fotocromáticas ni las de filtro de categoría 4. Con este tipo de gafas, al entrar en un túnel, la visión queda gravemente comprometida, ya que reducen tanto el paso de la luz (categoría 4) que es como conducir a ciegas, y el largo tiempo de adaptación de las fotocromáticas (3-5 minutos) reducen dramática y peligrosamente la visión”. Cabe señalar que esa categoría 4 es la que se utiliza en deportes de invierno en los que es necesario evitar el potente reflejo que provoca la nieve.
En cuanto a las gafas de sol que se han de utilizar, han de ser homologadas y con filtros que vayan desde el nivel 1 hasta el 3, dependiendo de las necesidades del usuario y de la zona por la que se mueva habitualmente. Y si hablamos de colores, la mejor opción es emplear filtros grises, marrones o verdes, puesto que no alteran la percepción del color.