Las medidas de prevención de un accidente de tráfico son muchas, y en la gran mayoría de los casos, conocidas por todos: el uso del cinturón de seguridad, no conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, realizar descansos periódicos, no emplear el móvil al volante, el uso de sillines adaptados para niños.
A diferencia de lo que sucede en el caso de un accidente de avión, es muy difícil prepararse en la carretera para recibir un impacto inminente e inevitable en tu vehículo, debido al escasísimo margen de tiempo en el que se producen las colisiones. Sin embargo, adoptar una postura adecuada en el asiento servirá para reducir la gravedad de las lesiones o incluso lograr sobrevivir a un accidente de tráfico.
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) recomienda en todo momento que el volante del vehículo se sujete con las dos manos, dado que así se favorece la postura ergonómica del cuerpo. El agarre recomendado se debe realizar con las dos manos en paralelo, preferentemente en la posición de las 'tres menos cuarto'.
Para medir adecuadamente la distancia entre el conductor y el volante, los fisioterapeutas madrileños aconsejan estirar completamente los dos brazos con los hombros pegados al asiento, de modo que las muñecas queden en la parte superior del volante. El coordinador de movilidad del RACE, Jorge Castellanos, indica que la distancia recomendada "debería ser de un folio, aproximadamente".
Además de ayudar a prevenir graves lesiones tras un impacto, una adecuada colocación del respaldo también ayudará a prevenir problemas físicos de espalda que se puedan generar a la larga. El colegio madrileño de fisioterapeutas explica que este no debe ir ni demasiado recto ni demasiado inclinado, de manera que los brazos y los codos estén lo suficientemente estirados. En el primer caso, se mantendrá el cuerpo en tensión en demasiado tiempo y se incrementará la fatiga, mientras que en el segundo, se perderá tiempo de reacción al tener el volante más lejos.
El RACE alerta también del riesgo del llamado 'efecto submarino', consecuencia de llevar el asiento demasiado inclinado. Si se produjese un choque, el ocupante que tenga el asiento reclinado "se deslizaría unos centímetros hacia abajo, de modo que la banda horizontal de cinturón de seguridad pasaría a sujetar el estómago en lugar de la pelvis, y eso incrementaría mucho las lesiones", detalla Jorge Castellanos.
Asimismo, hay que tener presente que el reposacabezas no es un simple elemento para apoyar la cabeza. Su función es la de protegernos en caso de accidente, puesto que evita o minimiza el latigazo cervical en caso de impacto. Para ello, debemos situarlo de manera que los ojos queden por la mitad de la altura del mismo y tener siempre colocada la cabeza, ya que cuanto mayor sea la distancia, más graves pueden ser las lesiones tras el choque.
Para facilitar la conducción, lo recomendable es realizar el ajuste de la separación entre el asiento y los pedales nada más sentarte en el vehículo. La distancia no debe ser ni muy grande ni muy pequeña. Entre otros consejos, se aconseja que al pisar el embrague hasta el fondo, la pierna izquierda pueda estar completamente estirada, para reducir el cansancio durante la conducción y, por tanto, facilitar el uso de los pedales.
Además, se recomienda que la rodilla derecha vaya suelta y nunca se apoye en el interior del vehículo, para no pinzar nervios que pueden producir adormecimiento.
La altura del asiento siempre deberá estar relacionada con la altura del propio conductor. No obstante, resulta más seguro que esta no sea demasiado alta, para lograr así tener una mayor sensación de movimiento de la carrocería, pero siempre evitando reducir la visibilidad.
Las salidas de vía son la gran causa de siniestros graves en la carretera, especialmente en las carreteras secundarias, "donde te puedes encontrar de todo fuera del asfalto", recuerda el RACE. Por ello, es importante evitar los volantazos bruscos para esquivar un obstáculo cuando aparece en tu camino.
Jorge Castellanos aconseja para estos casos "pisar freno y embrague a fondo", y si es necesario esquivar, "girar el volante lo menos posible". Sortear un obstáculo requiere en muchos casos de un simple cambio de carril, una acción que requiere de "un giro de muy pocos centímetros", por eso es importante evitar que el volantazo sea nuestra primera reacción tras el susto. El sistema de ABS servirá de asistencia técnica para reducir lo más posible la velocidad de tu vehículo al frenar.