La Navidad de Vigo, amenazada: la Fiscalía pide limitar el ruido "difícilmente soportable" de estas fiestas

En Vigo no se juega con la Navidad. Desde que Abel Caballero quiso competir con las luces de Nueva York, todo es poco para esta ciudad gallega que alarga su Navidad más de dos meses y esto le ha supuesto alguna que otra denuncia. El caso es que ahora es la propia Fiscalía la que pide algo de mesura.

Con el fin de las vacaciones de verano empieza en Vigo la cuenta atrás para la llegada de la ansiada Navidad. No obstante, el paraíso de la Navidad es para los vecinos de la zona centro un infierno debido a la cantidad de ruido, bullicio y aglomeraciones que imposibilitan el paso por la ciudad.

Los vecinos piden al Tribunal Superior de Justicia ayuda para acabar con los ruidos navideños

Vigo celebra dos meses de ruido sonoro y lumínico del que sus vecinos huyen y denuncian asegurando que excede lo permitido. 11 denuncias llevan siempre con el apoyo de la Fiscalía en las que se pide prudencia y que se respeten los límites sonoros.

Los vecinos vigueses no se rinden y apelan, ahora, al Tribunal Superior de Justicia. Lo único que quieren por Navidad es que no se les haga eterna.

No obstante, el propio Abel Caballero ya anunció en julio que el Ayuntamiento seguirá trabajando "para eliminar los efectos no deseados" de las celebraciones navideñas.

La demanda de una vecina contra el Ayuntamiento 

Estas declaraciones se producían tras conocerse que el juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Vigo dictaba una sentencia en la que desestimaba una demanda interpuesta por una vecina de la ciudad contra el Ayuntamiento olívico, por los perjuicios que le causaron los ruidos derivados del mercadillo navideño y las atracciones instaladas en el entorno de la calle Areal, entre noviembre de 2022 y enero de 2023.

En su recurso, la demandante acusaba al Ayuntamiento de haber vulnerado sus derechos fundamentales y no haber actuado frente a una reclamación para garantizar esos derechos (a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio).

La jueza señala en su resolución que el servicio municipal de Comercio contrató a una empresa para hacer mediciones de ruidos, y que adoptó medidas para evitar que se excedieran los límites acústicos. Así, se suprimió la megafonía en ciertos horarios, se redujo el volumen de la música, se trasladaron las atracciones más ruidosas a otras zonas con menos viviendas, etc.

Por tanto, concluía que el Ayuntamiento sí tuvo "una actuación diligente" y, por otra parte, la demandante no pudo acreditar una exposición prolongada en el tiempo a esos ruidos.