El asesino del otro crimen machista de las últimas horas, además del ocurrido en Alzira, ha confesado todo a la Policía. El hombre, de 49 años y con antecedentes por maltrato a otros miembros de su familia, mató a su pareja en Béjar, Salamanca, cuando ella, de 40 años, le dijo que quería separarse.
Aunque ni la Policía ni la Guardia Civil han querido dar más detalles, sí ha trascendido que la víctima intentó defenderse durante el forcejeo violento en el que el hombre se ensañó con ella y que desembocó en la tragedia. La familia de Charo reclama justicia para que el acusado "no vuelva a ver la luz del sol".
El Juzgado de Béjar ha dictado orden de ingreso en prisión provisional y sin fianza para el detenido como supuesto autor del crimen machista. El acusado esperará el juicio en el centro penitenciario del municipio salmantino de Topas.
El hombre pasó este jueves a disposición judicial después de que la Policía Nacional haya empleado más de una jornada para completar su informe, tras detenerle ayer a primera hora de la mañana, cuando se entregó después de haberse inculpado de la muerte de su pareja y de amenazar con suicidarse.
Sobre las seis de la madrugada, la Policía recibió una llamada del hombre, quien dijo haber agredido a su pareja, cuya muerte confirmaron los agentes y los profesionales sanitarios que se desplazaron al domicilio de Charo. Ella presentaba un fuerte golpe en la cabeza, según la información aportada por la Subdelegación.
Posteriormente, sobre las siete y media, con la colaboración de la Guardia Civil, la Policía Nacional convenció al presunto autor de los hechos para que accediera a bajar del viaducto por sus medios y fue arrestado.
Este hombre tenía denuncias de 2005 por violencia doméstica hacia su padre y hermano, mientras que la víctima había interpuesto denuncias por malos tratos hacia anteriores parejas suyas, pero ninguna hacia su presunto asesino, ha detallado la Subdelegación en su nota de prensa.