Formando parte de una de las fechas más esperadas del año, las vacaciones son también el momento perfecto para muchos de los que están deseando ‘hacer el agosto’ aprovechándose de todo lo que llevan implícito. Y entre ellos también los ladrones, que a menudo aprovechan los desplazamientos masivos de ciudadanos fuera de su residencia, así como sus ausencias, para intentar perpetrar sus delitos, ya sea en sus viviendas o en sus vehículos, entre otros.
En lo que se refiere a esto último, los delincuentes lo aprovechan todo para sacar tajada. Desde lo que encuentran en el interior de las guanteras, pasando por infinidad de piezas del vehículo, hasta llegar incluso, en estos tiempos de incesante alza en los precios de carburante, a robar hasta la gasolina…
Los hay que son verdaderamente expertos, capaces de llevar a cabo sus delitos en apenas cuestión de minutos. Especialistas en llevarse todo tipo de vehículos, incluso de alta gama, que después en multitud de ocasiones acaban despiezados, sacando el dinero de la venta de sus piezas a través del mercado negro para minimizar el rastro del robo.
Habitualmente vendidas esas piezas a otros países, muchos de ellos de África, como Marruecos, en torno a ello hay amplias estructuras y bandas de crimen organizado.
Entre las piezas de coche que más se roban hay una específicamente que es la más codiciada por el importante rédito que genera su venta: los catalizadores.
Elemento clave en la emisión de un vehículo para reducir los gases tóxicos y convertir o neutralizar el monóxido de carbono, los ladrones tienen en ello una de sus piezas fetiche por el valor de los metales que contiene, como el platino, el rodio y el paladio, y también otros como el cobre, níquel o el manganeso.
Un ladrón experimentado puede hacerse con él en dos o tres minutos, por la posición en la que se encuentra, habitualmente de muy fácil acceso debajo del coche.
Para evitarlo, se puede proteger con refuerzos que se lo pongan más difícil a los ladrones. En caso de robo, dependiendo de la compañía y su póliza, diversos seguros lo cubren.
Otra pieza muy preciada en los últimos tiempos, especialmente con la sofisticación que han adquirido, son los volantes, especialmente los de vehículos de alta gama. “Son piezas que no requieren ni mucho tiempo ni mucha herramienta para su retirada”, explicaba un responsable de Grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Policía Nacional, en declaraciones a TopGear tras un caso que se hizo mediático tras el robo a varios vecinos de una comunidad del sur de Madrid que se encontraron con sus coches sin volante cuando se disponían a utilizarlos.
Junto al catalizador y al volante, otras piezas clásicamente buscadas por los ladrones y susceptible de robo son:
A todo ello, además, hay que sumar otro clásico, aunque en esta ocasión este elemento no se atribuye precisamente a ladrones especializados en sacar un gran botín: los tapones de las ruedas del coche…
Por último, todos los enseres personales dejados en el vehículo, ya sea en la guantera, el maletero o cualquier otra parte del habitáculo, también son susceptibles de sustracción, por lo que se insta habitualmente a extremar la precaución, y especialmente a no dejarlos en lugares visibles.