¿A qué peligros se enfrenta tu vivienda en vacaciones?

En verano, nos vamos de vacaciones y nos alejamos de nuestra vivienda habitual. La mayoría de los españoles temen que, aprovechando nuestra ausencia, los ladrones actúen. Es un miedo fundado. Se producen más robos en verano que en invierno, pero existen otros peligros en el hogar en los que quizá no hayas pensado como la okupación o los accidentes que pueden darse también en otras épocas del año.

Te recordamos algunos de los peligros que se pueden dar en tu hogar durante tu ausencia y qué puedes hacer para prevenirlos.

Peligros de la vivienda en verano

En el caso de los robos, como ya es habitual, la Policía Nacional recuerda cada año cuando llega la época estival la importancia de ciertas acciones que son sencillas y podemos hacer para prevenirlos. Además de contar con una alarma y seguro en nuestro hogar, estar pendiente de si extraños merodean cerca de nuestra vivienda o la vigilan con testigos y denunciarlo puede evitar un futuro robo.

Otras recomendaciones pasan por accionar la cerradura de la puerta de la vivienda con todas las vueltas de la llave para evitar que puedan acceder con el conocido método del resbalón, no bajar del todo las persianas, evitar hacer comentarios en las redes sociales durante nuestras vacaciones o dejar una llave a algún familiar o conocido para que haga visitas periódicas a la vivienda.

Por otro lado, desde hace algunos años, existe alarma social, sobre todo, en determinados puntos del país por la okupación de viviendas. Aunque es muy poco frecuente, atendiendo a datos del INE, preocupa que el hecho de que la vivienda se quede vacía y ciertas personas aprovechen para hacer de ella su casa.

Además, al igual que en cualquier otra época del año, se pueden producir accidentes que dañen nuestra vivienda. A continuación, detallamos algunos de los más habituales.

Uno de ellos tiene que ver con los animales e insectos. Pueden entrar si no aseguramos bien los accesos a nuestra vivienda, especialmente por terrazas o balcones y, al llegar de nuestras vacaciones encontrarnos la desagradable sorpresa.

También, si estamos mucho tiempo afuera, es normal que nuestro hogar acumule polvo, suciedad o que se produzcan humedades, que pueden atraer a ácaros o insectos rastreros, como pececillos de plata. Por ello, se aconseja evitar llenar la casa de objetos pequeños, limpiar el polvo de los muebles con una solución pulverizada de agua y suavizante para la ropa, y mantener los cojines, pijamas y ropa de baño en espacios cerrados y diáfanos, como en el armario o, mejor aún, en bolsas al vacío.

Por otro lado, una de las peores averías que podemos sufrir durante nuestra ausencia son humedades o, peor aún, fugas de agua. Es importante, que si la ausencia va a ser prolongada, cierres la llave de paso del agua. Así, de producirse una rotura o fuga, el agua no se va a acumular ni va a causar daños mayores.

Por último, otro de los consejos cuando vamos a estar fuera de nuestro hogar es desconectar los aparatos eléctricos que no sean imprescindibles ya que si se da cortocircuito o sobrecarga por alguna subida de tensión evitaremos que se estropeen. 

Estos no son los únicos daños que puede sufrir nuestra vivienda, pero sí algunos de los más habituales durante nuestra ausencia. Para evitar que muchos de ellos supongan un desembolso importante se recomienda siempre contratar un seguro de hogar que tenga las coberturas para este tipo de daños.