Jaiden Bartolomé Fernández, un bebeé de solo siete meses de vida, cuatro de ellos en el Hospital Materno Infantil de A Coruña ha muerto este viernes tras ser deconectado de los instrumentos que lo mantenían con vida como consecuencia de una miocardiopatía dilatada con disfunción severa a pesar de la oposición de sus padres.
Los problemas de salud de Jaiden comenzaron cuando solo tenía tres meses de vida al detectérsele una infección respiratoria que obligó a su ingreso en el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi).
El estado de salud del bebé fue empeorando y las pruebas que se le practicaron en centro Álvaro Cunquerio detectaron que sufria una miocardiopatía dilatada con disfunción severa que terminó llevándole a la UCI donde sufrió una parada cardiorrespiratoria, lo que obligó a su traslado a A Coruña.
Según informa La Voz de Galicia, los médicos de este centro lograron recuperarlo de otros tres episodios de parada, pero nuevas pruebas evidenciaron que que padecía una "afectación cognitiva y motora, con riesgo neurológico de parálisis cerebral infantil"», según figura en los informes médicos.
Con este diagnóstico, el equipo médico que trataba a Jaiden alejó las esperanzas de un trasplante, una decisión que fue refrendada por los especialistas del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) a petición de sus padres.
A pesar de que esta segunda evaluación solo se realizó mediante informe clínicos y no con la exploración personal de Jaide, el centro procedió a la desconexión de los intrumentos que le mantenían con vida lo que ha provocado en último término su fallecimiento este viernes.