Frente a lo que se vive en muchas zonas de la capital de España, con un importante éxodo en estas fechas, aparcar en pleno mes de agosto en una localidad costera en ocasiones puede llegar a convertirse en una verdadera hazaña; en un desafío que pone a prueba los nervios de muchos en esa batalla por encontrar un resquicio donde estacionar el vehículo. En esa ardua tarea que también mide la paciencia de los conductores, algunos llegan incluso a límites insospechados, llevando el mal humor más allá del volante, algo que no suele acabar bien.
En las últimas horas, un ejemplo paradigmático, –aunque con historia de trasfondo–, lo ha protagonizado un conductor en Jávea, Alicante, que visiblemente alterado se enfrentaba a los empleados de una hostelería de la localidad ante su empeño de aparcar su coche justo en el lugar donde el establecimiento había dispuesto una terraza.
Para ello, el local delimitaba la zona con varias vallas publicitarias propias, pero el conductor, sin ceder un ápice, se bajaba del coche para retirarlas en su voluntad de plantar su vehículo justo ahí.
La escena, que sembraba el estupor y la incredulidad de los testigos, estaba siendo grabada por algunos de los allí presentes, que registraron el momento en que este hombre se encaraba con los trabajadores argumentando que las vallas, en tal caso, las tiene que colocar el Ayuntamiento, por lo que se manifestaba decidido a no respetarlas.
“¡Vamos a ver, que lo diga el Ayuntamiento, hostia! ¡Lo tendrá que decir el Ayuntamiento! ¡Que lo diga el Ayuntamiento, me cag* en Dios!”, comenzó a reiterar y a gritar a viva voz, mientras se formaba un atasco tras su coche por el cual los otros conductores comenzaban a hacer sonar sus cláxones, añadiendo todavía más tensión a la escena.
Tras esas palabras, mientras de fondo se escucha a algunos testigos gritar también ‘¡este era el de antes, este era el de antes!’, el hombre se sube a su vehículo y, acto seguido, da marcha atrás para aparcar en la terraza, llevándose por delante una valla pese a que, junto a ella, se encontraba otro hombre.
Es en ese momento cuando se recrudece todavía más la situación, con los hosteleros recriminándole sus actos. “¡Me cag* en la p*** que te ha parido! ¡Que me estás cogiendo el pie, gili******! ¡Tira para adelante o te rajo las ruedas ahora mismo!”, grita otro hombre, mientras el conductor, sin inmutarse demasiado, continúa dando marcha atrás para aparcar, momento en el que termina el vídeo que se ha convertido en viral.
Lo ocurrido, no obstante, se remontaría además a un suceso previo: el conductor y el dueño del establecimiento al parecer habían discutido por la mañana porque quisieron echarle cuando se encontraba ebrio.
Tras esos hechos, volvió por la tarde y sucedió lo registrado en el vídeo.
Bajo intensas olas de calor y en plena temporada alta vacacional, aparcar en una localidad turística de la costa es toda una odisea y un verdadero problema para muchos conductores. Por eso, muchos hacen lo que sea por un hueco. A la guerra por encontrar sitio en la playa se traslada así la de los aparcamientos.
En esta situación, a veces los pueblos de costa se convierten en escenario de polémica, sobre todo cuando las terrazas de los bares ocupan los estacionamientos, algo que genera disparidad de opinión.
En numerosos lugares la población se multiplica en verano, lo que para muchos hace necesaria una estricta y clara regulación al respecto, además de su cumplimiento.