Las playas donde se han avistado carabela portuguesa y qué hacer si te pica

La carabela portuguesa es una de las medusas más temidas por los bañistas en España por su peligrosidad, el contacto con este animal conlleva unas consecuencias que van más allá de una dolorosísima picadura.

Lo expertos advierten de su peligrosidad, hasta cuando se encuentran en la arena. La presencia de esta medusa en las playas del norte de España comienza a ser un problema, concretamente en la costa cantábrica y vasca.

Muchas playas han tenido que poner la bandera roja para alertar a los bañistas del peligro y así evitar que entren en contacto con la carabela portuguesa.

Playas donde han sido avistadas

-Galicia

  • San Xurxo
  • Nigrán
  • Baiona
  • Mermadeiro
  • Ponzos
  • Ferrol

-Asturias

  • Rodiles

-Cantabria

  • Virgen del Mar
  • Brazomar

-País Vasco

  • San Sebastián
  • Zarautz
  • Getaria
  • Hondarribia
  • La Arena
  • Arriatera
  • Gorliz

Qué hacer si te pica una carabela portuguesa

En primer lugar, el 112 desaconseja frotar con las manos la zona afectada ni usar toallas, arena o barro. Se deben retirar los restos de lamentos adheridos a la piel con ayuda de unas pinzas o de algún elemento rígido, como un carné o tarjeta. También es aconsejable examinar si han quedado restos de lamentos adheridos al bañador, ya que pueden permanecer activos durante días.

A continuación, el 112 recomienda limpiar la zona afectada con abundante agua salada -nunca agua dulce- y ponerse hielo dentro de una bolsa, evitando el contacto con la piel, ya que el frío ayuda a reducir la inflamación y mitigar el dolor. No se deben aplicar vinagre, amoníaco reducido, alcohol u orina, porque podrían aumentar el riesgo de infección. Además, hay que evitar la exposición al sol. Es fundamental tranquilizar a la persona que ha sufrido la picadura y hacerle entender que su vida no corre peligro. 

Según la guía difundida por el 112, el contacto con los lamentos urticantes de esta especie provoca una intensa sensación de quemazón, picor e inflamación local; y dolor muy agudo que puede provocar un 'shock' e incluso pérdida de la conciencia si la zona afectada es extensa. La persona afectada también puede experimentar mareos, fiebre, sudoración, entumecimiento muscular, dificultades respiratorias y taquicardia.

Para prevenir las picaduras, el 112 ha pedido "no subestimar la situación" y evitar las zonas de baño donde se hayan avistado ejemplares. Aunque se encuentren muertas no se deben tocar, ya que su veneno es potente y persiste hasta 24 horas en condiciones de sequedad. Si se tocan, no hay que llevarse las manos a los ojos o boca. Las cremas solares pueden proteger de la picadura porque tienen cierta capacidad para aislar la superficie corporal de los tentáculos. Dentro del agua, es conveniente utilizar ropa protectora de licra o neopreno. Niños, personas mayores y personas con antecedentes alérgicos, cardiovasculares o asmáticos deben tener especial cuidado.