Agentes de la Guardia Civil han salvado la vida a un niño de dos años que se estaba ahogando tras atragantarse cuando comía chucherías en Benicarló, Castellón. El suceso se ha conocido justo una semana después de que en el Metro de Barcelona fuese un policía fuera de servicio el que salvó la vida de un bebé que se estaba asfixiando.
En el caso de Benicarló, concretamente, los hechos tuvieron lugar a aproximadamente las 21:10 horas del 22 de julio, como indica ahora la Benemérita en un comunicado, en el que señalan que el menor apenas podía respirar.
Fue una patrulla de Seguridad Ciudadana, la cual se encontraba realizando una vigilancia estática, la que atendió al suceso después de que un hombre, muy nervioso, se dirigiese a los agentes para decirles que su hijo de dos años se estaba ahogando.
En esos momentos, los guardias civiles rápidamente actuaron para socorrer al menor, que no respiraba. El progenitor les dijo entonces que el pequeño estaba comiendo chucherías y se había atragantado.
Inmediatamente, los agentes de la Benemérita comprobaron que el pequeño se encontraba con una obstrucción en las vías respiratorias, por lo que procedieron a realizar una maniobra de desobstrucción, sujetándole la cabeza y dando varios golpes en la escapula, comenzando a expulsar los objetos que había ingerido y empezando a respirar con normalidad.
Tras ello, fue atendido por una ambulancia y no fue necesario su traslado al Hospital Comarcal de Vinaròs. La rápida y precisa actuación de los agentes, efectivos de la Guardia Civil del Puesto Principal de Benicarló, fue clave para salvarle.