Un joven de 22 años ha sido detenido por los Mossos d’Esquadra como presunto autor de la muerte de su padre durante la madrugada de este lunes en el interior del domicilio en el que vivían en Vilafant, Girona. Según varios vecinos, entrevistados por Informativos Telecinco, el joven sufría “problemas mentales” y antes del presunto parricidio, que creen que “se podía haber evitado” había estado “toda la tarde chillando”.
“Escuché una discusión, gritos. Salí, me levanté de la cama y vi que estaban discutiendo dentro, porque se oye todo. A este chico ya se le habían llevado dos veces, porque tenía problemas mentales. El problema es que los problemas mentales, si no denuncias… nadie hace nada”, expresa una vecina.
“Ayer por la mañana vinieron y no se lo llevaron. Vinieron por la tarde, no abrió la puerta, no podían hacer nada y no se lo llevaron… hasta que, por la noche, pues pasó”, señala, lamentando lo sucedido.
Según explica, los vecinos llamaron al sentirse alertados por la situación, pero esta vecina cree que fue “la misma víctima la que llamó la primera vez”, dado que “eran las seis de la mañana”.
“Por la tarde los vecinos llamamos. Estuvo toda la tarde en el balcón chillando. Cantaba… Yo creo que desde que no está la madre igual no se toma la medicación. Me imagino, porque llevaba un tiempo bien”, relata, precisando que en esos momentos “afortunadamente” no estaban ni la progenitora ni las niñas.
“Cuando se lo llevaran decía algo del diablo, como si a él le hablara el diablo”, ha contado.
En la misma línea, otro vecino, que recuerda con cariño al hombre asesinado, que era el imán de Roses, cuenta que primero empezó a escuchar “palabras en marroquí, en castellano, y unos gritos muy fuertes…Chillaba muy fuerte”, insiste, señalándose que se dijo a sí mismo en ese momento: ‘Uy, este chico hará cualquier tontería’".
No se equivocaba. “A los 20 0 25 minutos” llegaron “los Mossos d’Esquadra, una ambulancia”… Vio entonces que “intentaban entrar, pero no podían acceder a él”, por lo que los agentes tuvieron que forzar la puerta para llegar al lugar de la vivienda en que se encontraba.
“Yo no sé la enfermedad, pero alguna cosa tenía que tener. Una esquizofrenia o alguna cosa, pero el chico no podía ser que estuviera bien. Y el padre lo pasaba muy mal con él. Era una gran persona”, lamenta este vecino, que subraya que todo “se podía haber evitado”.
“Si una persona está mal y le han tenido que venir a buscar aquí varias veces, lo tenían que haber ingresado en un centro y más o menos curarlo un poco, y cuando estuviera bien dejarlo libre”, explica.
En la localidad, todos están impactados con el trágico suceso: “Es un pueblo en el que nunca pasa nada”, señalan, todavía “impactados” y en shock.