Un niño de cuatro años que el pasado viernes tuvo que ser atendido de emergencia tras sufrir un síndrome de inmersión en una piscina en una urbanización de Molina de Segura, en Murcia, ha muerto pese a todos los esfuerzos por salvar su vida. Hace justo un mes, también en Murcia, otro menor moría por la misma causa.
Todo ocurrió sobre las 20:21 horas de ese viernes 14 de julio, cuando el 112 era alertado con un aviso que solicitaba asistencia para el pequeño, al que habían rescatado de la piscina en la urbanización de Altorreal de Molina de Segura.
Inmediatamente, los equipos de Emergencias enviaron una unidad móvil mientras que un médico, que se encontraba en el lugar, practicó al niño, que se encontraba inconsciente, maniobras de reanimación cardiopulmonar.
El personal sanitario del 061 desplazado al lugar, donde también acudieron unidades de la Policía Nacional y de la Policía Local, atendió al niño in situ y lo trasladó al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca para su tratamiento.
Pese a todos los esfuerzos, según ha informado la Consejería de Salud, el niño fallecía finalmente este domingo, dos días después del trágico suceso.
El síndrome de inmersión se produce al sufrir el cuerpo un shock térmico tras la inmersión en el agua; cuando se entra muy rápido en contacto con agua fría. Puede afectar a cualquier segmento de la población, y provoca que el organismo reciba menos cantidad de sangre en el cerebro y una pérdida de conciencia por un cambio brusco de temperatura que disminuye el riego cerebral.
El síndrome de inmersión se manifiesta a través de los siguientes síntomas:
Ante la detección de estos signos de alerta, se aconseja salir del agua inmediatamente, secarse y vestirse o taparse para mantener el calor corporal, así como tumbarse con las piernas ligeramente elevadas para evitar una lipotimia y reposar hasta que se estabilice la tensión arterial.
Para prevenir este síndrome, los expertos recomiendan evitar las comidas copiosas en verano, no meterse al agua de golpe justo después de haber estado tomando el sol y no sumergirse de manera brusca al agua si está muy fría.