Las temperaturas extremas que estamos viviendo estos días resultan un peligro para nosotros y también para nuestros amigos peludos, como perros y gatos. Por otra parte, resulta fundamental saber qué personas son las más vulnerables al calor y cómo actuar en caso de estrés térmico.
Las mascotas presentan síntomas distintos a los de los seres humanos pero es importante detectarlos a tiempo y tomar medidas para evitar golpes de calor. No obstante, son expertos en buscar el fresco.
Son especialistas en buscar los sitios menos cálidos de las viviendas y, estos días, sus camas preferidas son las superficies frías de los domicilios. Eso sí, debemos prestar mucha atención a la hora de los paseos, aprovechando las sombras y las horas cuando el sol es menos fuerte.
Además, hay que impedir que hagan ejercicio si la temperatura es muy alta y cuidar sus patitas. "Pongo la mano en el suelo y si son más de tres segundos los que tiene de calor, no puede aguantar el perro el suelo", asegura un hombre.
El golpe de calor en el perro es todavía más grave que para un humano. Ellos no sudan, sólo eliminan calor con el jadeo. Si lo hace en exceso, está muy decaído y con los ojos enrojecidos, hay que actuar rápido.
Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid, explica que, además de beber, "podemos mojarle con agua a 20-25 grados, no muy fría, y poco a poco para ir bajando gradualmente esa temperatura".
Debemos, más que nunca, evitar que les falte agua fresca, en casa y también fuera. Y, si se dejan, conviene mojarlos de vez en cuando para que su piel, a veces tapada por espesas capas de pelo, encuentre algo de alivio.