La época más peligrosa del año en las carreteras españolas es en verano, cuando se realizan más de 95 millones de desplazamientos: Cinco fallecidos al día en la última década, una tasa de mortalidad un 20,5 % más alta que en periodos no vacacionales y sensiblemente superior a la de otros festivos, según datos de Tráfico.
En los últimos 10 años han ocurrido 230.000 accidentes en verano, Semana Santa, puente de diciembre y Navidad, de los cuales unos 165.000 (71 %) tuvieron lugar en las vacaciones estivales.
Una época donde también se registraron 3.300 muertes en carretera y 234.000 lesionados.
Los datos se recogen en el estudio “Ir y volver. Radiografía de los accidentes de tráfico en los desplazamientos de verano en España (2012-2021)”, elaborado en colaboración con FESVIAL (Fundación Española para la Seguridad Vial), presentado este martes.
En este informe se analizan las operaciones de salida y retorno de verano, comparándolas con los periodos laborales normales y con el resto de los periodos vacacionales comunes a toda España.
Los efectos del calor, la fatiga, las distracciones, la densidad del tráfico, las imprudencias y los excesos de velocidad por querer llegar cuanto antes son algunos de los motivos que influyen en la mayor siniestralidad en la época estival, ha señalado Mar Garre, directora general de la Fundación Línea directa, durante la presentación.
Conducir a más de 30 grados podría equivaler a ponerse al volante con una tasa de alcoholemia de 0,29 gr/l y el riesgo de accidente se incrementa ente un 15 y un 25 %. De hecho, en un 10 % del aumento de las distracciones influye el calor.
El accidente más frecuente en verano es la salida de vía, que se incrementa 1,6 puntos respecto a los periodos no vacacionales. Además, también aumentan notablemente las colisiones frontales, los vuelcos y los choques contra obstáculos, unos tipos de siniestros muy relacionados con la fatiga y las distracciones en la conducción.
En el verano se produce un repunte de los accidentes en carreteras convencionales, donde se producen el 65 % de los siniestros viales. Además, suelen producirse cerca del destino, lo que podría estar causado no solo por el cansancio, sino también por cierta relajación del conductor al ver la proximidad de su llegada, ha precisado Garre.
Este tipo de accidente suele afectar más a los hombres, especialmente a los más jóvenes (de 18 a 29 años).
La Fundación Línea Directa también ha querido conocer de cerca cuáles son los hábitos al volante de los conductores españoles en los trayectos de largo recorrido mediante 1.700 encuestas, cuyos resultados constatan que "hay mucho que mejorar", ha reconocido Garre.
Un total de 15,5 millones de conductores (56 %) no planifican convenientemente la ruta, otros 15 millones (54 %) confiesan superar los límites de velocidad camino de sus vacaciones, 17 millones (61 %) hacen el viaje de un tirón y 1,5 millones tratan de vencer el cansancio para acabar la ruta.
Además, más de la mitad no se turna con otros pasajeros para conducir, una actitud especialmente frecuente en hombres, y un 82 % desconoce cómo colocar correctamente la carga en el vehículo.
Lo que resulta especialmente peligroso es que 6 millones de automovilistas (23 %) confiesan beber cervezas e incluso combinados durante los viajes de salida y retorno de verano. Un 25 % reconoce comer copiosamente, una circunstancia que puede favorecer la somnolencia y la pesadez.
El informe ha analizado también la red viaria en tramos modulables de 20 kilómetros en los que se hayan producido, al menos, 3 accidentes mortales en las vacaciones de la última década.
Los 10 tramos de carretera con más fallecidos se sitúan en Tarragona, en la AP-7 (Km 320-334), con 18 fallecidos y 52 heridos; en Burgos, en la antigua N-I (km 254-278), con 7 fallecidos y 15 heridos; y en Girona, en la C-33 (km 6-9), con 7 muertos y 11 heridos.
Por comunidades autónomas, las que acumulan mayor número de tramos críticos son Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León. En el lado contrario se sitúan Extremadura, Navarra y Murcia.