Llega el verano, los viajes en coche se multiplican y, con ello, la posibilidad de ser sancionado por cometer una infracción al volante. En este tiempo de descanso y relax en el que recibir una cuantiosa multa puede amargarte las vacaciones, conviene recordar cuáles son las más frecuentes en este periodo estival.
La Dirección General de Tráfico (DGT) sanciona comportamientos como prescindir del cinturón de seguridad, conducir sin camiseta, con chanclas o poner los pies en el salpicadero. No obstante, existen muchas otras conductas evitables por las que podrás ahorrarte una multa y la pérdida de puntos en el carnet.
En concreto, la compañía aseguradora MAPFRE detalla las infracciones más comunes en el periodo estival y desgrana la cuantía que se debe desembolsar y la retirada de puntos que conlleva si las autoridades detectan tales comportamientos al volante.
Ir con demasiada prisa, con exceso de velocidad, puede costar hasta 600 euros y restar 6 puntos del carnet en el peor de los casos.
Conducir bajo el efecto del alcohol o las drogas se castiga con entre 500 y 100 euros y con la retirada de 4 a 6 puntos del carnet. La DGT recuerda que la tasa máxima de alcohol para conductores noveles y profesionales es 0,15 mg/l en aire espirado y para el resto de conductores es de 0,25 mg/l y, si se superan 0,60 mg/l, es un delito. De otras drogas, cualquier presencia en el organismo es motivo de sanción. Además, advierte de que uno de cada tres conductores fallecidos había consumido alcohol y/o drogas.
La aseguradora también señala que las sanciones por no ponerse el cinturón de seguridad son frecuentes en este periodo. La DGT penaliza este acto con 200 euros y la retirada de 4 puntos.
“El cinturón tiene que utilizarse en todos los asientos y estar correctamente abrochado. No se pueden usar pinzas o sistemas que alteren o bloqueen su funcionamiento. El conductor es responsable (con la correspondiente retirada de puntos) si algún niño viaja sin SRI (Sistema de retención infantil)”, recuerdan.
Además, en el caso de las motos, señalan que será “sancionable no hacer uso del casco o el mal uso de estos elementos (por ejemplo, llevar el casco de protección sin abrochar). El motorista será responsable si el pasajero no lleva casco o si no tiene la edad mínima exigida”.
Si la multa no es suficiente motivo para utilizar los elementos de seguridad, destacan que “uno de cada cinco adultos muertos en un accidente en vías interurbanas no utilizaba el cinturón de seguridad” y, “en ciudad, el número de muertos aumenta a dos de cada cinco”. “En el caso del uso del casco, el 11% de los usuarios de ciclomotor fallecidos no utilizaba el casco”, añaden.
También la indumentaria, o el no llevarla, puede acarrear una sanción. Salir de la playa o de la piscina con chanclas y no cambiarse de calzado o, directamente, conducir descalzo, puede costarnos de 80 a 100 euros. Llevar el coche sin el calzado adecuado incumple el Reglamento General de Circulación, que en su artículo 17 reza así: “Los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos”.
También se penaliza conducir sin camiseta ya que, en caso de accidente, el riesgo de quemaduras en la piel es mayor. La sanción es de 80 euros y tres puntos menos de carnet.
Comer y beber mientras se conduce conlleva una sanción leve, de 100 euros. Por lo que, de tener sed o hambre, lo mejor es estacionar el vehículo y disfrutar de un tentempié antes de seguir con el viaje.
Otra infracción leve y que se puede ver en las carreteras es sacar parte del cuerpo por la ventanilla. Tanto si lo hace el conductor como cualquiera de los ocupantes, esto se penaliza con 80 euros.
Por muy cómodo que resulte, poner los pies en el salpicadero tampoco es lo mejor ni en términos de seguridad ni para el bolsillo. En caso de accidente, los daños para este copiloto se multiplican y la sanción es de 100 euros.
Un viaje corto puede tentar a permitir que haya más ocupantes que plazas en el vehículo. Esta acción puede costarnos, de mínimo 80 euros. Además, si el número de pasajeros dobla los permitidos, pueden llegar a sancionarnos con 500 euros y con la retirada de hasta tres meses de carnet.
Otra de las multas comunes en verano es la de aparcamiento. No siempre es fácil encontrar un hueco en el que dejar nuestro coche correctamente estacionado y, a veces, por desesperación terminamos dejándolo de cualquier manera. Esto puede costar entre 100 y 200 euros y 2 puntos del carnet.
Por último, no debemos olvidar llevar la documentación en regla del vehículo. Por un lado, conducir con la ITV caducada conlleva una multa de 200 euros y, de no estar validada, puede costarnos hasta 500 euros además de la inmovilización del vehículo. Por otro, indican la necesidad de contar con el seguro obligatorio, no sólo por la multa, de entre 600 y 1000 euros, sino por los cuantiosos gastos a terceros que tendremos que pagar si sufrimos un accidente.