La cirugía estética ya no es cosa de mayores, porque la edad media ha pasado de los 35 a los 20 años. Cada vez más jóvenes utilizan bótox o ácido hialurónico para mejorar su imagen. Tratamientos que pueden ser útiles en el futuro, pero los expertos alertan sobre el riesgo de crear adicción a estas edades.
Los jóvenes demuestran que la toxina botulínica, o el bótox ya no lo que era: "Se tiene asociado el bótox a caras y tal, por eso tiene mala reputación", explica Pablo. Antes se utilizaba para combatir las arrugas, pero ahora ya se ha extendido para muchos más usos.
Ahora lo utilizan por mejorar su imagen, pero también por salud: el bótox sirve por ejemplo para tratar la hiperdrosis o para combatir las ojeras. Para los que se dedican a las redes, el bótox es algo ya prioritario.
Para evitar la adicción, los expertos alertan de los riesgos, "desde un trastorno de la imagen corporal y hacerse tratamientos que no necesitan. El problema está en las expectativas", explica Petra Vega, Portavoz de la Sociedad Española de Medicina Estética.
Los jóvenes vienen cada vez más informados, y la tendencia es a una estética más natural. Ahora buscan que el cambio sea lo mas natural posible. Saben que es importante cuidarse pero siempre con precaución.