Muchas veces se presta excesiva atención a lo que dicen las tecnologías, tanta que nos olvidamos de mirar con nuestros propios ojos alrededor y nos topamos con cosas de las que esa tecnología, no advertía. Esto le pasó factura a un camionero de la empresa 'Charter' que se quedó atrapado en la carretera de Porceyo en el camí de Sotiello, Asturias, por seguir las indicaciones del GPS y no fijarse en que había unas señales en el trayecto. En la misma comunidad autónoma culpan a Google Maps de ofrecer un 'atajo imposible' a los lagos de Covadonga, y es que en 2022, una pareja se quedó atrapada por el mismo motivo en un camino rural de Ourense.
Misma incidencia le ocurrió a otro camionero en Navarra, aunque este tuvo que ser rescatado con grúa al no tener el vehículo espacio de maniobra.
Un camionero que trabajaba para la empresa 'Charter' tuvo que ser rescatado por la Guardia Civil y la Policía Local de Gijón después de quedar atrapado en una curva de la carretera de Porceyo en el camí de Sotiello, en Asturias. El conductor iba concentrado en seguir las indicaciones del GPS que le indicaban que siguiera por la ruta establecida en el aparato, sin embargo, en cierto tramo del camino, había una serie de señales luminosas que indicaban que el vehículo debía realizar un cambio de sentido dada la peligrosidad del tramo. El conductor hizo caso omiso de las señales y acabó atrapado dentro de una finca privada.
Aunque parezca que las nuevas tecnologías siempre están en lo correcto, y siempre nos hacen la vida más fácil, la realidad a veces es muy distinta. Los accidentes de tráfico pueden ser muy peligrosos, y la seguridad vial no es algo con lo que se deba jugar. Por ello, es necesario comprender que la mayor atención siempre debe ir a lo que vemos con nuestros propios ojos durante la circulación, pues un GPS no siempre tiene actualizaciones en tiempo real y ni mucho menos está alerta de lo que ocurre de forma repentina en carretera.
Una de las mayores preocupaciones en el momento de fiarse de un GPS, es que este requiere que el conductor desvíe, aunque sea por unos segundos, la vista de la carretera, lo que puede provocar que este no esté atento en el momento de un incidente que pueda a su vez provocar problemas mayores. Así, este puede tardar más tiempo de lo normal en ejecutar la maniobra de emergencia.
Un segundo aspecto es el de creer todo lo que indica el navegador sin excepción, y es que aunque el GPS no tenga por qué cometer errores graves, no es recomendable atender fielmente a todo lo que diga. El principal motivo es porque las circunstancias en carretera pueden cambiar de forma muy rápida. Por ejemplo, un Ayuntamiento puede cambiar el sentido de la vía o un accidente puede hacer que se cierren ciertas carreteras. Incluso un fallo en el sistema de recepción de la señal GPS puede hacer que la carretera lleve directamente a un sitio peligroso, como puede ser el cauce de un río.