¿Qué es la aluminosis y cómo puedes saber si tu casa la sufre?

Afortunadamente, con el paso de los años la aluminosis es un problema del que cada vez se habla menos, ya sea porque han mejorado los materiales de construcción, ya sea porque muchos de los edificios que lo sufrían, han sido rehabilitados.

¿Qué es la aluminosis?

Cuando hablamos de aluminosis lo estamos haciendo de un problema que afecta al hormigón fabricado con cemento aluminoso –de ahí su nombre–. Este material, creado a partir de caliza y bauxita, se utilizó muy a menudo entre la década de los 50 y la de los 70 del pasado siglo en la construcción de viviendas. Encontrar la razón de esta práctica es sencillo: era capaz de endurecerse con más rapidez que otros tipos de cemento, lo que permitía construir a una mayor velocidad. 

Sin embargo, con lo que no se contaba en aquel momento era con el deterioro progresivo que experimenta durante su vida útil, el cual llega a poner en serio riesgo la estabilidad de los edificios

Principales consecuencias de la aluminosis

Tanto es así, que las construcciones levantadas con cemento aluminoso se pueden enfrentar a las siguientes consecuencias

  • Su volumen disminuye, lo que puede afectar a la estructura considerablemente. A esto se une que llega a perder las tres cuartas partes de su consistencia inicial.
  • La adherencia con el acero empleado en la construcción se pierde poco a poco. Esto provoca que las armaduras del edificio queden desprotegidas y se genere óxido, lo que dará paso a una peligrosa corrosión. Esta situación empeora aún más por el aumento de la porosidad.

El problema del cemento aluminoso es que su estructura química evoluciona y pasa de ser hexagonal a cúbica. Y eso es precisamente lo que provoca todos los problemas que acabamos de señalar.

¿Qué hacer frente a la aluminosis?

Como se puede suponer, este problema lleva años manifestándose en las construcciones levantadas durante las décadas mencionadas, ya que a partir de 1974 se prohibió su uso, una vez que se comprobaron los problemas que creaba. Para evitar un daño estructural irreparable en los edificios, son necesarias algunas tareas:

  • Llevar a cabo un mantenimiento continuado en el que se controle la humedad y el aislamiento de los diferentes elementos. Estas inspecciones son esenciales para detectar cualquier indicio de aluminosis que después pueda ser irreparable.
  • Fortalecer aquellas zonas que se encuentren dañadas con otros elementos que aporten la estabilidad adecuada.
  • Reforzar la estructura con elementos metálicos.

Detectar la aluminosis

Cuando una persona decide comprar un inmueble construido en los años en los que se permitía el cemento aluminoso, pueden surgirle dudas acerca del buen estado del edificio. A fin de cuentas, la aluminosis no siempre aparece con la misma velocidad. Así pues, si la construcción data de aquellas décadas, conviene preguntar en el momento de visitar la vivienda. Además, hay otras pistas que pueden avisar de que el hormigón está sufriendo aluminosis, como la aparición de grietas o las manchas de óxido en las paredes. Y si queda alguna duda, siempre es posible solicitar la denominada “cata de cemento”, que consiste en examinar con pruebas químicas y rayos X si el cemento es aluminoso.