La conductora herida en el trágico accidente ocurrido en Collado Villalba, Madrid, se encuentra ingresada en el hospital en estado grave pero fuera de peligro. La mujer, de 30 años, es la única superviviente de un choque que ha terminado con la vida de cuatro jóvenes, tres de ellas menores de edad.
La conductora de uno de los vehículos era Polina, una joven de 26 años de Moralzarzal que había ido a buscar a las otras ocupantes del vehículo, su hermana y dos amigas, a las fiestas de Collado Villalba, a solo seis kilómetros de trayecto. En el otro vehículo viajaba una agente de la Guardia Civil de 30 años, que se dirigía a su puesto de trabajo.
Una vez que las había recogido y, tras dejar Collado Villalba, la conductora, por causas que se están investigando, se salió de la vía por el margen derecho, según han indicado a EFE fuentes de la investigación, que apuntan que las primeras evidencias determinan que la joven realizó dos o tres maniobras bruscas.
Tras ellas, invadió el sentido contrario e impactó con un vehículo conducido por una mujer de 30 años, guardia civil, que se dirigía al cuartel de Collado Villalba y que ha sido trasladada grave al Hospital Puerta de Hierro al sufrir múltiples fracturas.
La tragedia ha ocurrido en una vía que algunos usuarios consideran peligrosa. "Es muy estrecha, no hay cuneta, hace una curva, por la noche es muy oscura esta carretera debería de ampliarse, porque además tiene mucho tráfico", narra una de las vecinas de la localidad. Otro usuario considera que "el problema de la calzada es que tiene muy poco arcén".
El alcalde en funciones de Moralzarzal (Madrid), Juan Carlos Rodríguez Osuna, ha subrayado que la M-608 es una carretera "muy peligrosa" -no solo la curva que hay a la altura del kilómetro 38 en el que se ha producido el siniestro- y tiene "muchísima densidad de tráfico", unos 20.000 vehículos cada día, por ser un enlace de camiones de mercancías entre las autopistas A-6 y A-1, por lo que ha expresado la necesidad de "mejorar ese tránsito complicado" de vehículos.