Ana Obregón lanza un mensaje a sus detractores: “Personas tóxicas con una mente cerrada”
Ana Obregón posa con su nieta y manda un mensaje a sus detractores
"Personas tóxicas con un gran problema, una mente cerrada y la boca demasiado abierta"
Ana Obregón recuerda a Aless Lequio en el tercer aniversario de su muerte: "Tu hija me mira con el mismo amor que tú"
Todavía en Miami con su pequeña Ana Sandra, Ana Obregón cuenta los días para regresar a España. El próximo 11 de junio la bióloga estará firmando 'El chico de las musarañas' -libro que comenzó su hijo Aless Lequio y que ella se encargó de completar revelando lo durísimo que fue vivir la enfermedad del joven- en la Feria del Libro de Madrid y, como asegura su entorno cercano, será unos días antes cuando podamos verla por fin en nuestro país con su nieta en brazos.
Además de esta esperadísima reaparición, la presentadora habría cerrado su participación en varios programas de televisión, entre ellos el de Bertín Osborne en Telecinco, 'Mi casa es la tuya'. Una entrevista en la que Ana romperá su silencio, explicará por qué tomó la decisión de traer al mundo por gestación subrogada a una niña concebida con esperma de su hijo -fallecido el 13 de mayo de 2020- y responderá con contundencia a sus detractores.
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"Personas tóxicas con la mente cerrada"
Unos críticos con su decisión a los que este viernes ha dedicado un demoledor mensaje a través de sus redes sociales. Con varias instantáneas tumbada sobre su cama de Miami con Ana Sandra -un bebé precioso que ya tiene 2 meses y una semana- dormida plácidamente sobre su regazo, Ana ha confesado que "si mi hijo estuviera aquí este sería el selfi de mi vida". "Momento con los dos amores de mi vida que algunas personas me querían robar" ha añadido en clara referencia a todos aquellos que la han atacado ferozmente desde que hizo público que la pequeña no era su hija como se pensaba en un principio, sino su nieta. Unas personas a las que la actriz ha definido como "tóxicas con un gran problema, una mente cerrada y la boca demasiado abierta".
Además, reconoce que, aunque "son pocas", "sus palabras que lanzan como cuchillos me hacen cosquillas después de tener que enterrar a mi único hijo". Un dolor indescriptible que no se ha apagado a pesar de que Ana Sandra le ha devuelto la sonrisa y las ganas de vivir, como ha confesado en más de una ocasión.
Un mensaje que ha terminado agradeciendo el apoyo de todos aquellos, "la mayoría" -como asegura-, que "me lanzáis palabras llenas de empatía y amor que me llegan directas al corazón".