Marco, sobre la desaparición de Sibora: "Me perseguirá como lo de Marta del Castillo"

"Quiero colaborar porque esto me va a perseguir siempre, como lo de Marta del Castillo". Marcó confesó de forma espontánea en la comisaría de Torremolinos, según adelantó el Diario Sur. Acababa de negarse a declarar ante los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que lo investigaban por matar a puñaladas a Paula (28 años), con la que había mantenido una relación sentimental hasta el mes de marzo.

Marco, rumbo a los calabozos, pasó junto a un tablón que exhibía la foto de Sibora Gagani, la joven ítalo-albanesa que fue su pareja hasta el año 2014 y que lleva desaparecida desde esa fecha. Marco dijo a los policías que el cadáver de Sibora estaba oculto entre las paredes del piso en el que convivieron en Torremolinos, pero luego no ratificó estas declaraciones ni ante la policía con su abogada presente ni tampoco en el juzgado.

Pese a todo, la Policía Nacional inspeccionó el ático donde Marco G. R. convivió con Sibora. Inspeccionaron cada rincón del piso, centrándose en el tabique donde, al parecer, Marco podría haber escondido el cuerpo. Los investigadores taladraron paredes de la vivienda para introducir microcámaras con la finalidad de comprobar si había restos óseos en su interior. No encontraron nada.

¿Usó marco ácido para borrar el rastro de su presunto asesinato?

Ahora la posibilidad de que Marco usara ácido para deshacerse del cuerpo de Sibora cobra fuerza. Las pesquisas ahora se centran en esa segunda confesión, que ha llevado a que de nuevo la policía, previa autorización judicial y en el mismo domicilio, "esté llevando a cabo las tareas de investigación para ver si hay algún resultado positivo en cuanto a la presencia de algún producto químico que indicara algún indicio real que llevara a la averiguación de los hechos y, sobre todo, a la localización del cadáver o de los restos".

El gran problema es que, una vez más, este tipo de confesiones se realizan al margen de la presencia de abogados o bien a terceras personas en la propia prisión y no en estancias judiciales.

Sibora tenía 22 años cuando se le perdió la pista en Torremolinos. Durante estos casi nueve años, todos los esfuerzos para dar con el paradero de la joven habían conducido a un callejón sin salida. Hasta la semana pasada, cuando la policía comprobó que Marco, a raíz de su detención por el crimen de Paula, también había sido pareja de la desaparecida.

Precisamente, él fue la última persona con la que Sibora tuvo contacto antes de que la tierra se la tragara. El 7 de julio mantuvieron una conversación por WhatsApp y nunca más se volvió a saber de ella. El crimen machista de Paula, malagueña de 28 años y madre de tres hijos -el más pequeño, fruto de su relación con Marco-, ha sido el hilo conector que ha ayudado a desencallar el caso de la desaparecida.