Una vez valorada "la excepcional gravedad" de los hechos el Comité de Competición ha sancionado al Valencia CF por los insultos a Vinícius Jr. con el cierre de la grada Mario Alberto Kempes de Mestalla por cinco partidos y una sanción de 45.000 euros.
Aunque el club ha recurrido, de momento la resolución es efectiva y se considera ejemplar. Nunca antes en España se había actuado con tanta severidad ante un comportamiento racista como el que tuvieron algunos seguidores valencianistas durante el encuentro.
Hasta ahora este tipo de actitudes se habían castigado, cuando se sancionaban, solo con multas económicas y de inferior cuantía.
Es lo que pasó en dos de los casos más conocidos: el que tuvo lugar en la Romareda en 2006 en un encuentro entre el Zaragoza y el FC Barcelona, cuando Samuel Eto'o se llegó a ir del campo harto de escuchar gritos xenófobos. El camerunés acabó regresando al estadio y posteriormente el Zaragoza fue apercibido con una multa de 9.000 euros.
El otro caso mediático fue el que tuvo lugar en el Madrigal con Dani Alves en un encuentro entre el Villarreal y el FC Barcelona en 2014: un aficionado le tiró un plátano al brasileño cuando se dirigía a tirar un córner. Aunque Alves cogió la fruta y se la comió tratando de quitar sentido al gesto con el que pretendían insultarle, Competición sancionó al Villarreal con 12.000 euros, el club despidió y prohibió entrar al estadio al autor de los hechos, que trabajaba en las categorías inferiores del club.
Recientemente ha llegado a los juzgados el caso del delantero del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams, quien fue insultado en un partido frente al Español en 2020. La Fiscalía de Delitos de Odio de Barcelona interpuso una querella contra varios de los aficionados que le habían insultado. Estos se enfrentan a una sanción de hasta dos años.
Se trata del primer caso similar que va a sentar a alguien en el banquillo. Otra cosa son las sanciones deportivas, al margen de la vía penal. De esto también sabe Williams. En 2016 se llegó a decretar el cierre de una grada del campo del Sporting de Gijón por los insultos racistas contra él. Pero la sanción no se cumplió. Si se clausura finalmente la de Mestalla, será la primera vez.
Las denuncias de Vinícius Jr. son las más conocidas, pero hasta ahora tampoco habían sido muy efectivas. De las diez interpuestas hasta ahora apenas tres (contando esta última de Mestalla) han acabado en sanciones. Y el problema es que en muchos otros estadios se producen comportamientos reprobables similares. En LaLiga existe un protocolo contra el racismo que se activa en caso de que se produzca este tipo de comportamientos en un estadio. Un protocolo que tiene que activar el colegiado quien además debe recoger lo sucedido en el acta. Y ahí está el problema. Si el árbitro no especifica qué ha sucedido el Comité de Competición no puede actuar de oficio.
En el caso de los insultos a Vinícius el Comité se ha basado en el informe realizado por el árbitro, en la denuncia de Miguel García Caba, director de Integridad de la Real Federación Española de Fútbol y en la denuncia de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, así como el escrito de alegaciones formulado por el Real Madrid CF.
Tras analizar el acta, las pruebas (videos) y comprobar los hechos denunciados, el Comité de Competición ha sancionado al Valencia conforme a lo establecido en los artículos 22 y 30 del Reglamento Disciplinario de la RFF.
La novedad además es que ahora el Comité cuenta también con la nueva Ley del Deporte. De acuerdo con la resolución del Comité, las sanciones se ajustan a las leyes 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte y 19/2007 de 11 de julio contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
Además el Comité señala varios artículos del Código Disciplinario de la RFEF:
Asimismo el Comité alude a los artículos 66 y 94 que tipifican los actos" notorios y públicos que atenten a la dignidad y decoro deportivos."
Tras analizar todo el Comité impone la multa al Valencia CF. atendiendo el artículo 15.1 del Código Disciplinario que atribuye la "responsabilidad a los clubes organizadores de los partidos en relación a los cánticos o insultos violentos, racistas y xenófobos"
En caso de no haber actuado el Comité Disciplinario lo acontecido en Mestalla también habría podido ser sancionado por el Comité de Ética (órgano de la RFEF) a quien corresponde conocer, tramitar, investigar y resolver todas las presuntas conductas que puedan perjudicar la reputación e integridad del fútbol.
En España esta sanción contra el Valencia CF podría suponer un antes y un después. Eso lo dirá el tiempo, pero sí podemos mirar qué pasa en otras ligas europeas como la Premier. Esta era una competición que en el pasado, no tan lejano, se vivían destacados episodios de racismo y que han tomado cartas en el asunto para revertirlo: se han creado infraestructuras para prevenir y sancionar actitudes racistas. Una acción que poco a poco están dando sus frutos.
Aunque desde 1993, la Premier cuenta con Kick it Out para denunciar los casos de racismo, el paso más importante ha sido el apoyo reciente de los 20 clubs de la liga inglesa para acatar el plan antirracismo No Room for Racism Action Plan. Un plan que se extiende a los comentarios en redes sociales.
El Chelsea es un ejemplo de cómo actúa. En 2021 el club londinense prohibió a un aficionado volver a entrar en una década a su estadio tras analizar sus comentarios antisemitas en redes. También el Manchester United sancionó a seis aficionados por "sus comentarios ofensivos" hacia el delantero del Tottenham Son Heung Min.
Una severidad de la que no se salva nadie. El delantero uruguayo del Manchester United Edison Cavani tuvo que pagar en 2021 unas 100.000 libras (110.000 euros) y perderse tres partidos por contestar en redes con un "gracias negrito" a un amigo. En realidad el delantero, quería agradecerle a un amigo que lo felicitó por haber marcado ese día el gol de la victoria ante el Southampton, pero la Asociación del Fútbol (FA) no lo percibió así.
También la FA suspendió (como castigo ejemplar) con ocho partidos a Kiko Casilla, portero del Leeds United, por un presunto insulto racista al futbolista del Charlton Jonathan Leko. Desde que se presentó el plan antirracismo han aumentado un 41% las denuncias.