Gaissiry Sow lleva 14 años viviendo en España y todavía no puede votar porque no tiene la nacionalidad. Llegó a Girona con su familia cuando tenia 7 años. Su padre lleva 3 años tratando de tramitar la nacionalidad. Ha estudiado la primaria, la secundaria y un curso superior de administración en Girona. Ahora empezará la universidad.
Asegura que siente frustración por no poder votar aún y estar plenamente integrada, informada e interesada por la política. Se siente española y quiere tener voz y voto en las elecciones, en plena campaña con momentos para todos los gustos. No quiere que otros decidan por ella. Explica que el 34% de los vecinos de Salt no pueden votar. Muchos incluso han nacido aquí, llevan más de 20 años viviendo en Girona, y siguen sin tener nacionalidad.
Dice que tiene amigos de aquí que no tienen ningún interés y sí pueden votar por tener la nacionalidad. “Nos hacen sentir constantemente que no somos españoles, que no somos de aquí, que somos diferentes. Yo me siento española”. Pide que para poder votar sea necesario sólo tener los papeles en regla, que sirva con el permiso de residencia, y que al menos quien pueda votar sepa qué vota y este informado.
Safia, 26 años, nació y vive en España, votará por primera vez tras un largo calvario administrativo porque ella no es futbolista. Considera "un claro ejemplo de racismo institucional, tener que esperar años a que se te resuelvan expedientes de nacionalidad española"
Jorge es el caso contrario. Lleva menos de dos años en España y no sólo va a votar, es que es candidato a alcalde en un pueblo valenciano. "Vine a contribuir a dar mi experiencia a ayudar a los vecinos". Situaciones opuestas, en función del origen. Jorge es venezolano y hay convenio con España. Pero los padres de Safia son marroquíes no nacionalizados. "Si nacemos en España heredamos el estatus legal de nuestros padres".