Los ayuntamientos costeros de Cataluña y Andalucía han comenzado a tomar medidas extremas ante la persistente sequía y la necesidad de ahorrar agua para destinarla solo al consumo humano. Una de estas iniciativas es la prohibición de ducharse en las playa por lo que en muchos casos se ha cortado el suministro a estos servicios públicos. No es la primera que esto ocurre porque hay zonas como en Tarragona donde la medida se lleva aplicando varios años.
De esta forma, en los arenales de la costa catalana y andaluza solo se podrán tomar baños de mar y la vuelta a casa estará marcada por la arena y el salitre pegados a la piel.
En Barcelona, por ejemplo, la medida adoptada por ahora es la de dejar una sola ducha en funcionamiento en cada playa, pero es posible que siguiendo el ejemplo de otros municipios catalanes, se termine por prohibir el uso de las duchas de forma generalizada. Por el momento otras capitales como Girona y Tarragona harán como la ciudad condal.
Otros ayuntamientos han ido más lejos dejando sin suministro de agua a las duchas de playa. Es el caso de San Pol, Mataró, Lloret de Mar y Blanes.
En Andalucía, los responsables municipales de Chipiona han sido los primeros en implantar esta medida que dejarán sin agua en las duchas de sus playas. Otras zonas como Málaga podrían seguir esta medida ya que el año pasado los cortes de suministros de aguas se hcieron en varias playas