¿Camino de la sequía de 1995? El año que no se regó en España y casi se evacúa Sevilla
Los expertos contemplaron traer un iceberg al Guadalquivir en 1995
La situación es tan dramática que muchos ya empiezan a compararla con la sequía del 95
En plena sequía, Begur, un pueblo de Girona tiene una piscina por cada dos habitantes
La situación es tan dramática que muchos ya empiezan a compararla con la sequía del 95 y recuerdan cómo se afrontó entonces y las medidas que tuvieron que tomarse. Nuestro país se enfrenta a una sequía que cada vez es más preocupante, tras dos años con déficit de lluvias en muchas comunidades y sin previsión de que la cosa mejore a corto plazo.
Los embalses están muy por debajo de la media para estas fechas. En 1995 no se regó. No había agua para las personas. Hace 28 años, la sequía también abría los informativos. Los expertos contemplaron traer un iceberg al Guadalquivir. Como señala el experto Julio Berbel, catedrático de la UCO, ahora tenemos un 40% de capacidad de almacenamiento y se ha mejorado mucho pero el recuerdo de esa sequía no se olvida.
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Se pensó mover a toda la población de Sevilla
En 1995, la Delegación del Gobierno planteó mover a toda la población de Sevilla ante la falta de agua. Se propuso trasladar al Guadalquivir un iceberg. La sequía de 1995 se resolvió con una recuperación insólita que vino del cielo. En sólo tres meses del otoño y el invierno, los embalses ganaron casi 22.000 hectómetros cúbicos, casi el doble de lo que quedaba almacenado. Pero antes de ello doce millones de personas sufrieron restricciones en el consumo de agua en las fases más duras de la sequía. Y el cambio climático no nos va a hacer ningún favor.
El estrés hídrico no cesa
Y es que el estrés hídrico en España continua agravándose por el destacado descenso de las precipitaciones, con un promedio de solo 3 litros por metro cuadrado en los doce primeros días de este mes de abril, mientras la reserva de agua sigue bajando, hasta situarse ya en el 50,7 % de su capacidad. A día de hoy este mes está siendo "extraordinariamente seco", han señalado desde la Agencia de Meteorología (Aemet), aunque hasta ahora el abril más seco de la serie histórica es el de 1995, con 23 litros por metro cuadrado acumulados en todo el mes.
En el cómputo global del año hidrológico, el valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta el 11 de abril de 2023 es de 334 litros por metro cuadrado, lo que representa alrededor de un 21 % menos que el valor normal correspondiente a dicho periodo (425 litros por metro cuadrado).
Las cantidades se encuentran por debajo de sus valores normales en la franja cantábrica salvo en Galicia, en gran parte de la mitad este de la Península junto con el tercio sur, donde muchas zonas no llegan al 75 % de su valor normal, y en el archipiélago canario, salvo la mitad sur de la isla de Tenerife. La sequía meteorológica de larga duración que arrastra España -sobre todo en el nordeste de Castilla y León, País Vasco, Navarra, norte de Aragón, Cataluña, Andalucía y sur de Castilla-La Mancha- persistirá los próximos días ante la falta de previsión de grandes cantidades de lluvias para las últimas semanas de abril.
Las perspectivas no son buenas
Esta sequía, lejos de revertir, no augura pronósticos mejores: a corto plazo, mayo no parece que vaya a ser muy lluvioso, y junio nunca lo suele ser, mientras que las predicciones a largo plazo, es decir, el verano, anuncian un trimestre muy caluroso y con temperaturas por encima de lo normal.
Con respecto a los embalses, la reserva hídrica se encuentra al 50,7 por ciento de su capacidad total con 28.400 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 282 hectómetros cúbicos (el 0,5 por ciento de la capacidad total de los embalses). Esta cantidad es ligeramente superior a la del año pasado en estas mismas fechas (27.244 hm3), pero se mantiene muy por debajo de la media del decenio (37.818 hm3).
Por cuencas, las más deficitarias siguen siendo las andaluzas y el Levante, con niveles por debajo del 30 %; el estrés hídrico es especialmente relevante en el Guadalquivir, con el 25,2 % de su capacidad total, así como en las cuencas internas de Cataluña, en el 26,1 %, y las de Guadalete-Barbate, al 28,4 %.
Les siguen en cuanto a bajos niveles, las cuencas del Guadiana, en el 34 %; la del Segura, al 35,1 % de su capacidad, y la cuenca mediterránea andaluza, al 36,7 %. Por el contrario, las cuencas con más recursos son Galicia Costa (84,6 %) la del Cantábrico Oriental (83,6 %), Internas del País Vasco (81 %), Cantábrico Occidental (78,6 %), Miño-Sil (77,2 %), Duero (69,3 %) y Tinto, Odiel y Piedras (68,1%);
La cuenca del Tajo almacena esta semana 6.796 hm3 en sus embalses, el 61,5 % de su capacidad, es decir, 70 hm3 menos de agua embalsada respecto a la semana pasada, aunque continúa un 12,6 % por encima del volumen almacenado el año pasado por estas fechas (5.398hm3 ).
Ante esta situación, el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien ha convocado para mañana en Madrid la Mesa de la Sequía, ha lamentado hoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el "momento particularmente difícil" desde el punto de vista hidrológico y del descenso de las lluvias, en el que se encuentran las cuencas, en particular las del Guadalquivir y Guadiana.
Por su parte, el Gobierno andaluz aprobará próximamente un tercer decreto contra la sequía de 163 millones de euros, de los que más de 40 irán destinados a ayudas al sector agroalimentario, que sufre este problema "de manera determinante", según el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien deplora la situación "dramática" en Andalucía.