Un niño de 13 años daba la voz de alarma este lunes tras la agresión de su padre a su madre en Móstoles. No es la primera vez que los hijos de una víctima de maltrato son los que tienen avisar de una agresión. Este fin de semana, unas hermanas de Sevilla denunciaban a la pareja de su madre tras recibir una foto de las secuelas de la última agresión.
La denuncia de las hijas de la víctima, que reconocían estar "preocupadas por el estado de la madre", permitió a los agentes iniciar la investigación de los hechos. Al parecer, la víctima, en compañía de su pareja sentimental, acudió al domicilio de una de sus hijas a fin de dejar a su cuidado a la hermana menor para poder pasar un tiempo a solas con su pareja.
Tras abandonar el domicilio, una de las hijas de la víctima pudo oír a su madre gritar, si bien al bajar a la calle, ya nadie se encontraba en el lugar, intentando desde entonces contactar con su madre a través del teléfono, así como con su pareja sentimental. Tras varias horas sin saber nada de su madre, bien entrada la noche, una de de las hermanas recibió una fotografía de su madre en la que se podía apreciar que había sido golpeada y que incluso le faltaban tres piezas dentales.
Tras poner todo lo ocurrido en conocimiento de la Policía Nacional, y tras una "rápida intervención" de los agentes, se localizaba a la víctima en el domicilio de su pareja sentimental. Presentaba "múltiples lesiones" en cara, cabeza y cuerpo. Al parecer, la agredida no estaba de acuerdo en dejar sola a su hija menor de edad en compañía de sus hermanas para pasar tiempo a solas con su pareja sentimental, si bien accedió a las demandas de éste para no tener problemas.
En un momento de la tarde, y dado que su compañero sentimental se había dormido, la víctima salió de su domicilio para dirigirse a la estación a fin de tomar el tren hacia la localidad de Dos Hermanas y así poder estar con su hija menor de edad. Dado que ya era tarde y que perdió el último tren y al carecer de otros medios de transporte y de dinero, la víctima tomó la decisión de llamar a su pareja para que pasara a recogerla, lo que efectivamente hizo.
En ese momento en el que la víctima subió al coche de su pareja, comenzó la agresión con "todo tipo de golpes en cara y cabeza" y continuó "durante horas" una vez de vuelta en el domicilio del agresor, impidiéndole éste el poder salir o acudir en busca de ayuda. La Policía Nacional pudo localizar y detener al agresor en el interior de su domicilio y poner a salvo a la víctima para que pudiera ser atendida por los servicios médicos.