Tenía tanta prisa por nacer que Erick terminó viniendo al mundo en el asiento del copiloto. Iban en coche de la localidad de Escalona a Toledo donde esperaba dar a luz, pero en pleno viaje el parto se precipitó y tuvieron que parar en un área de servicio de la carretera. Tuvieron la suerte de que una enfermera se encontraba en la cafetería junto a la gasolinera y asistió a la mujer con ayuda de un familiar. Todo salió bien.
Desde el hospital, Tamara y Sergio recuerdan el repentino nacimiento de su hijo Erick. "Yo quería rápido, pero no tanto", expresa la mujer, que se puso de parto en un área de servicio de Maqueda.
“Una experiencia muy bonita, pero visto y no visto”, expresa el padre del niño, quien explica que salió con el coche con Tamara y su hijo Héctor desde Escalona hacia el hospital de Toledo. Fue "coger el coche, hacer 15 kilómetros y se puso a parir”, ha explicado. Tuvo que parar en un área de servicio en Maqueda. “Me puse a llorar, me puse a gritar, por favor, ayudadme”, recuerda Sergio. Con su hermano en la sillita de atrás, Erick nació "y ya le empecé a soplar la cara diciendo: qué hago"
En el restaurante cercano, una enfermera asistió al bebé y pronto llegaron los servicios de emergencias, que cortaron el cordón y se cercioraron de que todo estaba bien.
Con este segundo niño, la familia ha descartado sufrir otro susto.