¿Qué es lo que más ha asombrado a los neuropsicólogos que han evaluado a Beatriz Flamini?

Los neuropsicólógos que llevan meses estudiando a Beatriz Flamini destacan sobre todo la capacidad de esta mujer para superar las situaciones de estrés. Antes de entrar en la cueva de Motril, Granada en la que ha permanecido 500 días aislada del exterior, fue sometida a diferentes pruebas para determinar su idoneidad para el experimentos y todas ellas sorprendieron a los expertos.

Con el reto de los 500 días cumplidos, Lola Roldán, neuropsicóloga de la Universidad de Almería, junto a su compañero Adrián Rueda han monitorizando a Beatriz para determinar su estado y cómo le afectaba este aislamiento tan poco habitual en las personas.

Beatriz Flamini es "muy resolutiva en las tareas y con una gran capacidad de recuperación ante los problemas"

Las primeras pruebas a Beatriz Flamini se las realizaron bastante antes de entrar en la cueva el 20 de noviembre de 2021. En ese momento, asegura Lola Roldán, ya "vimos a una persona muy estable que en situaciones muy tensas se alteraba bastante poco". Otra de las características que Lola y Adrián observaron es que "es muy resolutiva en las tareas y con una gran capacidad de recuperación ante los problemas".

A lo largo de estos 500 días, el equipo de la Universidad de Almería ha controlado el comportamiento de Beatriz, vigilando su estado mental para evitar que el experimento se convirtiera en tragedia. Lola reconoce que, en algún momento, notó que experimentó "algunas alucinaciones" y "algunas otras cositas".

Más allá de estas incidencias, el aislamiento de Beatriz también ha afectado a su capacidad de concentración y seguimiento de las tareas encomendadas. A lo largo de estos 500 días de aislamiento ha tenido altibajos a la hora de cumplimentar los informes semanales con sus datos de estado de ánimo y percepciones. Cuenta Lola que la ruptura de sus ciclos circadianos y la ausencia de referencias temporales hizo que Beatriz se comportara de forma "anárquica" en algunas ocasiones.

A partir de ahora, el equipo volverá a encontrarse con Beatriz la próxima semana y retomarán las valoraciones para determinar qué ha cambiado en ella durante todo este tiempo. Será un proceso largo, de varios meses, en los que buscarán respuestas a muchas dudas sobre el aguante y la resistencia de los seres humanos al aislamiento. También interesa a este equipo de investigadores de la Universidad de Almería conocer los efectos de la falta de luz solar en nuestro organismo y en nuestra mente.

De lo que cuente Beatriz y de lo que averigüen se pueden sacar también muchas conclusiones sobre los viajes al espacio o las consecuencias de permanecer aislados con falta de luz. Y, sobre todo, saber cómo estas carencias afectan al envejecimiento de la mente y los tejidos de nuestro cuerpo.

Según Lola Roldán, ahora viene una parte tan complicada como ha sido la del aislamiento para Beatriz y es que hay que lograr que vuelva a ser la mujer que entró en la cueva de Motril hace 500 días y que lo haga recuperando el equilibrio y la estabilidad que tanto les sorprendieron.