Las últimas agresiones sexuales en grupo de menores a menores, como la que presuntamente se produjo en Logroño, alertan de que algo está fallando. El consumo de pornografía desde edades cada vez más tempranas y a través de internet es sin duda una de las principales causas, pero no la única. La exposición de redes sociales y la ausencia de educación afectivo sexual también son clave.
Cada año hay casi 1.000 menores más víctimas de la violencia sexual. Los agresores menores también aumentan entre un 5 y un 10%. Hasta 439 condenados; es el último dato oficial, sin contar los menores de 14 inimputables. "El agresor no busca mantener sexo, sino satisfacer necesidades de poder a través del sexo", explican los expertos. "Cada vez que sale una historia de las manadas, ellos sienten, no ya la curiosidad, sino querer ejercitarlo", agregan.
'Save the children' alerta de que mas del 53% de sus encuestados ha accedido al porno entre los seis y los 12 años. Normalizan la violencia, la sumisión y la cosificación de la mujer. "Naturalizan, aunque puedan decir en un momento no, lo que está diciendo en realidad es sí, porque quiere", precisan los expertos, antes de sentenciar sobre un factor también determinante: "La cosificación y la autocosificación que imponen las redes sociales para que tengan más reconocimiento, más 'likes', más seguidores".
El 4,5% de las agresiones sexuales a menores son en grupo: "El mecanismo que explica la aceptación de la violencia sexual y la participación en ella, básicamente es la desconexión de la empatía". Y la tendencia sigue, porque los delitos sexuales han aumentado mas del 50%.