Las trabas legales de Ana Obregón para registrar a su nieta como hija en España

Un día después de que Ana Obregón desvelara que era abuela por gestación subrogada, se van conociendo las trabas legales que todavía debe sortear para regularizar su situación en España. Porque, aunque el proceso sea completamente legal en Estados Unidos, sus excepcionales detalles chocan con la normativa de nuestro país.

La actriz, presentadora y bióloga de 68 años ha confirmado que Ana Sandra legalmente figurará como su hija y que la registrará en el Consultado para "poder traerla a casa". En principio, y dados los antecedentes en otros muchos casos, con registrarla en el Consulado de España en Miami sería suficiente para poder inscribirla en nuestro territorio con ella como madre.

No debería haber ningún problema, porque es la justicia estadounidense la que decreta que la madre, la única madre, es Ana Obregón. No se plantean debates éticos o morales sobre de quién es el esperma. Lo único que les importa es que el óvulo no sea de la madre gestante. Una vez que el juez ha ratificado eso, se continúa con todo el proceso legal, que podría durar dos meses.

Ana Obregón: la inscripción de Ana Sandra en el Consulado de España en Miami

Ana Obregón, que cumplió la última voluntad de su hijo Aless, asegura que es legalmente la madre de la niña. "Ella hizo todo correcto", explica Nicole Thurston, abogada en Florida. Si lo consigue, y así lo establece la sentencia judicial americana, ella podría ir al Registro Civil del Consulado de España en Miami para inscribirla como su hija y así Ana Sandra obtendría la nacionalidad española. A pesar de que la gestación subrogada no es legal en España, una instrucción de 2010 permite inscribir a estos niños por el bien del menor, siempre que haya una sentencia judicial en el país de nacimiento.

De tumbar el cónsul la instrucción, Ana Obregón tendría que regular su situación en España

"Yo entiendo que no habrá ningún problema, porque ya vendrá todo bien hecho desde EEUU", explica el letrado Josep Prat. La instrucción de 2010 es orientativa y el cónsul podría tumbar si así lo considera. Y hay precedentes: "Lo mirarán bien, pero si no hay ningún problema la acabarán inscribiendo". Si no consigue la inscripción en el consulado -"tendría que ser tratado como un tema de residente no comunitario en España"-, ella tendría que regularizar su situación en nuestro país. Un asunto que sigue siendo muy comentado entre la población.