Desde el próximo 1 de septiembre, los patinetes eléctricos de alquiler estarán prohibidos en París. Un problema al que se enfrentan las grandes ciudades de toda Europa, también aquí en España, es la complicación en encontrar un equilibrio para regular su uso. De hecho, Barcelona decidió prohibir los patinetes de alquiler.
La proliferación de los patinetes eléctricos en las ciudades ha hecho complicada la convivencia. En Madrid es fácil verlos ocupando un espacio que se sale del habilitado, o abandonados en cualquier parte. Por eso el ayuntamiento va a reducir de los 10.000 actuales a 6.000 mil los patinetes que pueden desplegar las empresas.
En Sevilla hay 2.000 desplegados, y aunque la amplia red de carril bici facilita su uso, también tiene sus detractores. Aunque Barcelona optó por no permitir las empresas de alquiler, el patinete representa un 6% del total de vehículos que circulan por la ciudad.