En Cádiz, un hombre no ha dudado en poner su vida en riesgo para intentar desalojar a quienes habían okupado su vivienda.
El propietario logró encaramarse a la barandilla de la ventana e intentaba acceder al domicilio mientras los okupas se lo impedían atacándole con botellas de cristal e, incluso, con armas blancas. Un forcejeo que se prolongó hasta que llegó la policía.
Incapaz de entrar en su casa por la puerta, lo intenta subido a una escalera a través de la ventana, pero lo okupas que hay dentro no se lo permitían. En uno de los impulsos se queda colgando de la barandilla y comienza a ser atacado.
Fueron los vecinos quienes alertaron al propietario de que su casa, que está en obras, había sido invadida, había cuatro okupas, dos hombres y dos mujeres.
El hombre vuelve insistir, esta vez agarrándose a uno de los intrusos y sin apenas superficie en la que apoyar su cuerpo mientras es zarandeado y herido con armas blancas. Restos de esas sangrientas heridas continúan manchando la ventana.
Cuando los agentes llegaron lograron detener a los okupas, sin embargo, no son los únicos que se han colado en esta barriada de Cádiz y los vecinos ya desconfían de lo que se pueden encontrar cada vez que vuelven a casa.