En Algeciras, un caso de okupación ilegal especialmente indignante. El propietario cerró su casa para irse a cuidar de su madre, pero un año después, un vecino le advertía de que su casa estaba en obras. Ahí empezó la pesadilla. A pesar de tener una sentencia de desalojo, el okupa se ha construido un gran apartamento anexo "por la cara".
Tino estaba cuidando a su madre enferma en Burgos cuando un vecino le llamo para decirle que su casa de Algeciras estaba en obras. Al llegar a su vivienda se dio cuenta de que además de okuparsela, su inquilino se había construido una nueva aprovechando otros espacios de la vivienda, pasando a tener de 98 metros cuadrados a más de 300.
El okupa ha modificado tanto la estructura original que ahora es hasta difícil reconocer lo que es su casa y la del okupa. Pero ahora tiene otro problema añadido ya que las obras se han hecho sin licencia y el Ayuntamiento le ha abierto un expediente.
Aunque el juez ha decretado ya el desalojo del okupa, este solo le ha devuelto una parte de la casa. A cambio, Tino le ha ofrecido vendérsela, pero ha rechazado su propuesta.