Las últimas agresiones sexuales a jóvenes, como la violación grupal a una menor en Badalona, mantienen la alarma por una continuidad e incremento de casos que preocupan a todos.
Los expertos alertan de varios factores que favorecen este contexto de abusos y violaciones. Entre ellos, que cada vez hay más jóvenes que consumen pornografía violenta como única educación sexual.
Las agresiones sexuales entre menores han aumentado un 58%. De 1.661 a 2.625 en el último dato anual aportado por la Fiscalía General del Estado. Una realidad estadística con continuidad aparente en los últimos días que para los expertos se explica bajo un perfil de victimización sexual del adolescente que comete estos abusos y violaciones, que crece en un entorno agresivo con pleno acceso, sin la educación ni supervisión necesaria, a internet y sus redes sociales.
Todo con un patrón común diferente al de otras generaciones: el consumo de pornografía violenta como su único tutorial ante el sexo, con violaciones en grupo entre sus búsquedas habituales.
Por eso, los expertos insisten con el contrapeso del hogar y las aulas, con una ley de educación sexual con profesionales desde primaria hasta la universidad.