La eutanasia pasiva, la sociedad que ignora a los mayores contada por una mujer de 78 años

"La eutanasia pasiva". Es la nueva definición que da una mujer de 78 años a la "nueva cultura" de ignorar a los mayores, a los que obligamos a las citas previas obligatorias para todo, a los que atropellamos en las cajas de los supermercados sin dar tiempo ni para meter los productos en la bolsa. Contra esa eutanasia sí se muestra en contra: "La desapruebo totalmente".

El mensaje está circulando por las redes sociales, después de que Asunción Manresa Mira escribiera a la directora de El País relatando la "'eutanasia pasiva" que se ha "implantado" y "se ejecuta cada día contra los viejos".

En la carta, la mujer de 78 años pasa a enumerar qué es "la eutanasia pasiva", víctima ella y toda su generación de una sociedad que cada vez acorrala a los mayores, dejándolos a su suerte con métodos deshumanizados que los dejan al margen, invisibles y desorientados.

La eutanasia pasiva es "que tengamos que pedir cita previa para todo, que intentemos pedir esa cita previa por teléfono y nos conteste una máquina, que "te atropellen hablando como metralletas o empujando en las cajas de los supermercados sin darte tiempo a meter los productos en la bolsa". "Eutanasia pasiva es que te perdonen la vida por pobre viejo".

El maltrato a nuestros mayores es parte del día a día

Nada de las cosas que cuenta Asunción Manresa nos es ajeno. Lo vivimos, somos testigos, a diario, en los autobuses, en las cajas de los supermercados, en las aceras, en los espacios que todos compartimos y en los que deberíamos convivir sin barreras excluyentes, porque como dice esta mujer eso es eutanasia pasiva.

A veces somos testigos, otras veces, responsables, en medio de las prisas del diario, cuando pasamos a toda velocidad por sus lados, dejando atrás sus espaldas encorvadas. Presionados, involucrados en esta velocidad feroz, ninguneados con métodos que no están a su alcance...Eso también es maltrato. Maltrato a nuestros mayores, a nuestros padres, a nuestros abuelos, que tienen derecho, como todos, a una sociedad más amable, a que los bancos, los supermercados, las administraciones traten con respeto a los más de 9 millones de Asunción que viven en España.

Tenemos que ser conscientes de que este mundo no es posible. Que tenemos que repensar las administraciones con alternativas viables para los que no puedan o no quieran realizar las gestiones por internet; hacer la compra no puede convertirse en una carrera de velocidad en la que un pitido obliga al cajero a un ritmo imposible de seguir para los mayores. ¿Cómo se para esto?

Resulta descorazonador que Asunción apele a la eutanasia, a la que está aprobada en el Congreso de los diputados, para "volar", como dice, "lejos de este mundo absurdo". Tenemos algo que decir, seguro, porque como me recordó Carlos San Juan, impulsor de la campaña #SoyMayorperonoIdiota. "Todos vamos a llegar a viejos".