El helicóptero Pegasus de la Dirección General de Tráfico (DGT) que se estrelló el pasado domingo en Robledo de Chavela, Madrid, ha generado numerosas dudas y cada vez son más los detalles que se conocen acerca del siniestro. El piloto de la DGT fue detenido y acusado de un delito contra la seguridad aérea tras dar positivo en drogas, aunque ya se encuentra en libertad provisional, y lo que hasta el momento se desconocía es que el piloto trató de evitar el examen de drogas minutos después del accidente.
El piloto del helicóptero, que viajaba junto a otra persona, perseguía a un motorista cuando acabó estrellándose contra el suelo. Las primeras investigaciones apuntan a que se pudo tratar de un fallo mecánico que le obligó a realizar un aterrizaje de emergencia que no fue capaz de completar con éxito, provocando el accidente que dejó a su compañero herido grave. Tras el accidente, el piloto de 60 años, abandonó el lugar del siniestro dejando al operador de cámara solo y se dirigió a la carretera.
El piloto hizo autoestop y pidió a dos chicas que pararon el coche que le llevaran a su casa con el fin de evitar la prueba de drogas a la que se iba a tener que someter. Según fuentes de la investigación, el ex bombero se encontraba visiblemente bajo el efecto de las drogas. El lunes fue detenido tras dar positivo en cocaína y anfetaminas y se enfrentó a un delito contra la seguridad aérea; El martes fue puesto en libertad provisional por la jueza.
Según la DGT el piloto había pasado los test que la agencia de seguridad realiza cada seis meses y algunas veces de forma aleatoria. Las investigaciones sobre el siniestro continúan y las autoridades ahora se encargan de conocer más datos sobre cómo se produjo el accidente .