El número de fallecidos en accidentes de tráfico en 2022 creció exponencialmente, produciéndose un total de 1.145 muertes. Entre las principales causas de estos se encuentran las distracciones al volante o el exceso de velocidad. Además, muchos de ellos conducían en estado de embriaguez, un estado que distorsiona la realidad, haciendo creer al conductor que es invencible y llevándolo a cometer más temeridades al volantes. Para evitar situaciones como las vividas en Sevilla en la que un conductor borracho provocó una colisión múltiple entre varios vehículos, en el que falleció una persona, un padre destrozó a picazos el coche de su hijo para evitar que condujera en estado de embriaguez. La Policía Local de Logroño lo ha denunciado por un delito de daños.
El Ayuntamiento logroñés ha detallado este miércoles, en una nota, que los hechos ocurrieron la madrugada del pasado domingo. Los agentes de la policía de la localidad recibieron la alerta de que un hombre se encontraba dando golpes con un pico de obra a un vehículo aparcado en la vía pública.
Una patrulla se acercó al lugar y comprobó que un vehículo todoterreno abandonaba la zona a toda velocidad. Tras ser detenido el coche en las inmediaciones por otra patrulla e identificar a los dos ocupantes, estos resultaron ser un padre, quien conducía, y su hijo, de 32 años, que se encontraba en estado de embriaguez. El progenitor quería evitar un mal mayor, como que pudiese tener un accidente con el coche, así como pudiese hacerle un mayor mal a alguien.
Al parecer, según pudieron comprobar los agentes, el padre había tratado de convencer a su vástago para que le entregase las llaves del coche y evitar, así, que cogiese el coche en su estado y provocase un mal mayor. El descendiente, al negarse, provocó que se desatase entre ambos una acalorada discusión. Finalmente, ante la negativa, el progenitor para evitar que el joven se marchase en su vehículo, cogió un pico de obra y comenzó a golpear con fuerza el vehículo, causando importantes daños en todos los cristales, parte de la carrocería y en las ruedas para tratar de inmovilizar el coche.
Si un accidente de tráfico ya es, de por sí, una tragedia. Aún lo es más cuando se produce porque el conductor iba bajo los efectos del alcohol o las drogas. Esto es frecuente en los casos de atropellos como el de Juan Alcocer, un hombre de 73 años que falleció hace justo un año en Utiel. Su familia aún espera justicia.
Este vecino de Utiel murió atropellado en un paso de peatones hace justo un año por un conductor que cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida y dio también positivo en cocaína y cannabis. 365 días después, continúa en libertad. Su familia, harta de esta situación, pide que se tomen cartas en el asunto: “Esperamos que la justicia de verdad o alguien nos esté viendo, algún político, la ministra de Justicia, vamos a llegar a donde haga falta, porque estamos recogiendo firmas con la página change.org. Ya llevamos casi 90 000 firmas. Que esto le pasó a mi padre, pero le puede pasar a cualquiera. El año pasado hubo más de 100 atropellados y, casi todos los atropellados, el que cometió el delito fueron personas que iban drogadas o borrachas”, expresa Remedios Alcocer, pidiendo justicia por su padre, por Juan, por todas las víctimas como él.