La tiktoker e influencer mallorquina, Judith Arias, ha querido hablar con sus seguidores sobre el difícil momento que atraviesa debido a su estado de salud. La joven de 21 años, madre de una niña, ha desvelado que le han diagnosticado fibromialgia, una enfermedad crónica en los músculos que tienen también su abuela y su madre: "Me duelen mucho las rodillas, los codos, se me abren constantemente las muñecas, los dedos se me están empezando a deformar...".
Judith ha detallado los síntomas de la enfermedad en 'MtMad'. La joven asegura que "hay veces" que se acuesta por la noche y que le duele "el cuerpo". Cuando más le duelen los músculos y huesos es en invierno. La influencer dice que no hay cura para la fibromialgia, pero hay un tratamiento, aunque que no parece convencer a la mallorquina: "Tienes que ir a que te pinchen". Ella "se lo está pensando". Lo único que espera, según ha apuntado, es que su hija Chloe no herede esta condición crónica.
Ante el anuncio de la influencer, son muchos los que se preguntan qué es la fibromialgia. El síndrome de fibromialgia (SFM), su nombre científico, es una condición crónica y compleja que causa dolores generalizados y un agotamiento profundo, y también una variedad de otros síntomas acompañantes. Muchas veces, se describe como un dolor de pies a cabeza, recoge la 'Clínica Universidad de Navarra'.
Además de dolor y agotamiento, la fibromialgia también puede ocasionar uno o varios de los siguientes síntomas típicos:
Se trata de una enfermedad frecuente, con un claro predominio en mujeres, de modo que en España hasta un 4,2% de las mujeres pueden padecer la enfermedad, mientras que únicamente afecta al 0,2% de los varones. No se conocen bien los mecanismos por los que se produce y por ello no se encuentran alteraciones en los análisis o en los estudios de imagen que permitan establecer el diagnóstico.
Se han descrito casos de fibromialgia que comienzan después de procesos puntuales, como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, la separación matrimonial, un problema con los hijos... En otros casos aparece después de que otra enfermedad conocida limite la calidad de vida del enfermo (artritis reumatoide, lupus eritematoso...).
Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos. Aunque aún no se sabe con certeza, es probable que una respuesta anormal a los factores que producen estrés desempeñe un papel muy importante en esta enfermedad. Se han detectado en el sistema nervioso de personas con fibromialgia, niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente la serotonina).
No existe un tratamiento estándar para todos los pacientes y este debe adecuarse a cada paciente según sus características. El fin del tratamiento es tratar de controlar los síntomas que acompañan a la enfermedad (dolor osteomuscular, cansancio...) procurando evitar los efectos secundarios de la medicación que a menudo padecen los pacientes con fibromialgia. Es necesario evitar los factores que agravan los síntomas adecuando los hábitos de vida y costumbres a las limitaciones que pueda producir el dolor y el cansancio. Es conveniente procurar conseguir un cambio de mentalidad, tanto en el enfermo como en los que le rodean, buscando un ambiente familiar relajado y libre de exigencias constantes.
De todas las medidas que se han empleado en el tratamiento de la fibromialgia, el ejercicio físico y una adecuada fortaleza muscular son sin duda las más eficaces. Los masajes, los ejercicios de estiramiento muscular, el calor local y algunos tipos de electroterapia ("corrientes"), pueden ser eficaces de forma secundaria. Las inyecciones locales de los puntos dolorosos con anestésicos locales, sobre todo si luego se siguen de un masaje local, son de gran ayuda para los dolores localizados intensos.
Los calmantes o analgésicos pueden ayudar de forma puntual. Hay un grupo de medicamentos, que actúan entre otros mecanismos de acción, aumentando los niveles de serotonina, y que mejoran los síntomas en un buen número de enfermos. En los casos refractarios al tratamiento farmacológico, las perfusiones de lidocaína (anestésico local) administradas de forma intravenosa pueden resultar eficaces, según los expertos. Siempre se recomienda acudir al médico en primera instancia.