Ana Sandamil, condenada a la pena de prisión permanente revisable por asesinar a su hija, la pequeña Desirée Leal, de 7 años, en mayo de 2019, en la localidad lucense de Muimenta (Cospeito), vuelve a sentarse en el banquillo. La Audiencia Provincial de Lugo repite el juicio el lunes por órdenes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) al apreciar falta de motivación en el veredicto.
La vista oral comenzará después de la elección del tribunal del jurado, que tendrá que emitir un veredicto al finalizar un juicio que se prolongará durante seis días -a lo largo de esta semana y el lunes de la próxima, los días 27, 28 febrero y 1, 2, 3 y 6 de marzo-.
El jurado del primer juicio, celebrado en febrero de 2022, declaró a Ana Sandamil culpable del asesinato de su hija y el tribunal gallego consideró que, a pesar de su trastorno mental, la procesada tenía capacidad para comprender lo que estaba haciendo y el alcance de sus actos cuando asfixió a su hija.
En virtud de ese veredicto, la Audiencia Provincial de Lugo la condenó a prisión permanente revisable, pero su defensa presentó recurso ante el TSXG, que ordenó repetir la vista oral al apreciar falta de motivación en el veredicto.
Según la primera sentencia, Sandamil drogó a la pequeña con un antidepresivo y posteriormente la asfixió con sus propias manos, ejerciendo presión en su cuello y obstruyendo también sus vías respiratorias, boca y nariz.
El abogado que ejerce la acusación popular, Francisco Lago, que actúa en nombre de la Fundación Amigos de Galicia, declaró a EFE que, desde su punto de vista, “tal y como se practicó la prueba” en el primer juicio, la “conclusión” a la que se llegó es que “la madre no tenía ninguna afectación importante” en el momento de los hechos que le permitiese beneficiarse de una pena inferior.