La Guardia Civil mantiene abierta la investigación de Natalia Hernández: no descarta la desaparición forzosa
La familia de Natalia Hernández, desaparecida en la isla de La Palma hace ya casi cuatro meses, sigue pidiendo la ayuda de la ciudadanía
La Guardia Civil trataba el caso como una desaparición voluntaria, pero asegura no descartar ninguna hipótesis, incluida la desaparición forzosa
Caso Natalia Hernández: así avanza la investigación en la isla de La Palma
La familia de Natalia Hernández, la joven madrileña desaparecida en la isla de La Palma hace ya casi cuatro meses, sigue pidiendo la ayuda de la ciudadanía para tratar de encontrarla. Su rastro se perdió en el aeropuerto de la Isla Bonita tras volar desde Tenerife. No llegó a recoger ni su equipaje y ni siquiera está confirmado que saliera de aquel recinto. Inicialmente se informó de que la Guardia Civil estaba tratando el caso como una desaparición voluntaria, pero este jueves fuentes del Instituto Armado han asegurado en Informativos Telecinco que no se descarta ninguna hipótesis, incluida la desaparición forzosa.
La investigación de la desaparición de la joven de 34 años, a la que todos conocen como 'Nati', sigue "totalmente abierta". "No se descarta ninguna hipótesis en absoluto, a pesar de que se haya podido informar de que se estuviera barajando una desaparición voluntaria", señalan desde la Guardia Civil, que intenta esclarecer junto al Equipo Territorial de Policía Judicial de Los Llanos de Aridane qué le pudo suceder a Natalia Hernández en el Aeropuerto de La Palma (SPC) el pasado 24 de octubre.
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Natalia Hernández, vecina de Madrid que llevaba un tiempo viviendo en Tenerife, donde se afincó por trabajo, viajó el 24 de octubre desde uno de los aeropuertos de la isla canaria hasta el Aeropuerto de La Palma (SPC), ubicado en el municipio de Villa de Mazo. Según algunos informes, tenía un contrato firmado en un hotel de Fuencaliente, un municipio apartado de esta zona, pero su rastro se perdió en el propio aeródromo. Se ha barajado la posibilidad de que saliera en barco o que tomara otro vuelo, pero es improbable: "No pudo salir de la isla, habría registros, ya sea del avión o del buque", precisó recientemente en este medio Joaquín Amills.
El presidente de SOS Desaparecidos ya descartó en estas mismas declaraciones una desaparición por voluntad propia, bajo su criterio: "Sucedió algo. La isla es pequeña y, en tanto tiempo, de una forma u otra, se hubiera localizado. Algo ha tenido que pasar y tiene que haber terceras personas". "El hecho de no recoger el equipaje es significativo. Es señal de que tenía prisa por algo, de que había quedado con alguien o de que alguien le estaba metiendo prisa". Uno de los detalles destacados en el caso son unas imágenes de baja calidad del interior del recinto en las que "apenas se distingue si es ella o no, ya que la persona lleva mascarilla". Además, las cámaras del exterior podrían no haber funcionado ese día. No se puede confirmar que saliera del aeropuerto.
Natalia Hernández no ha contactado con sus familiares ni ha usado sus tarjetas bancarias
La joven, por tanto, realizó el viaje de Tenerife a La Palma, pero no se sabe nada más de ella. Se desconoce si la esperaba a alguien, si conoció a alguien en el vuelo o si pudo sufrir algún tipo de engaño. Lo que está claro es que hay gran preocupación entre sus familiares, que aseguran que Natalia no ha utilizado ni su teléfono móvil ni sus tarjetas bancarias desde entonces. En su equipaje tan solo había ropa y no consta ningún testimonio que haya visto a una mujer con sus características.
Desde SOS Desaparecidos siguen manteniendo la alerta de búsqueda activa. Se han realizado batidas en el municipio de Villa de Mazo -con voluntarios- y se ha difundido el cartel de su desaparición a través de las redes sociales, además de colocarlos en diversos municipios. Natalia mide 1,68 metros de altura y es de complexión delgada, pesa unos 50 kilos. Tiene el pelo liso y rubio y los ojos azules. Lleva un tatuaje que le cubre desde el hombro derecho hasta la mitad de la espalda y un piercing en la nariz. El día de su desaparición vestía un pantalón y un abrigo oscuro y calzado deportivo de color rosa. Su entorno asegura que los días previos a su desaparición estaba algo nerviosa tras afrontar una ruptura sentimental. Todos la recuerdan como una persona llena de vida, alegre y divertida. Su familia pide poner todos los recursos para dar con ella y una investigación más exhaustiva.