Piden 20 años de cárcel para el acusado de matar a su casera en Santander a la que ató y amordazó

El fiscal de la causa contra el hombre acusado de matar en febrero de 2022 a la mujer de 69 años con la que convivía en un piso en la calle Marqués de la Hermida de Santander ha solicitado para él 20 años de cárcel por asesinato y una indemnización de 85.200 euros a las dos hijas de la víctimas. Ambas ejercen la acusación particular y reclaman, por idéntico ilícito, prisión permanente revisable y 110.760 euros.

El sospechoso, G.B.C., que entonces tenía 38 años, está en prisión provisional desde los hechos.

La mujer había pedido auxilio al 112

El suceso ocurrió en la madrugada del 18 de febrero del año pasado y el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Santander, que estaba de guardia, abrió diligencias por presunto homicidio.

El sospechoso fue detenido por la Policía Nacional en el interior de la vivienda donde los agentes hallaron, con aparentes signos de violencia, a la mujer, que previamente había solicitado auxilio al 112, en concreto a las 2.40 horas.

El hombre contaba con antecedentes penales y pesaba sobre él una reclamación de un juzgado de Málaga.

De acuerdo con el escrito de la acusación particular, en la noche de los hechos el procesado estuvo consumiendo cocaína, lo que provocó que la víctima discutiera con él, pues no quería que consumiera dichas sustancias al ser ésta una de las motivaciones por las que le había acogido en su casa.

Eso motivó a su vez el enfado del hombre que, aprovechando su superioridad física y la minusvalía de ella, la ató de pies y manos con trozos de tela, para poder consumir sin problemas la droga.

"Me tienen atada y amordazada"

Ya de madrugada, la víctima consiguió llamar al teléfono de emergencias y manifestar que la tenía atada en su domicilio y que la querían "asfixiar y matar".

El 112 la puso en contacto con el 091, reiterando a los agentes policiales sus datos personales, dirección y la advertencia: "Me tienen atada y amordazada. Me quieren matar. Por favor vengan pronto", les rogó.

"Tengo aquí una persona a la que alquilé una habitación y me quiere matar", detalló la mujer, insistiendo a los efectivos policiales para que fueran "corriendo" pues si su inquilino "se entera (de la llamada de alerta) me mata".

Ante esto, varias dotaciones de la Policía Nacional acudieron al edificio. Los agentes llamaron al timbre de la puerta, y aunque no recibieron respuesta, escucharon pisadas en el interior.

Contactaron con la vecina de enfrente, quien les indicó que en la vivienda en cuestión vivía una mujer "desde Nochevieja" y que entraba y salía "gente rara".

"Ya me podéis llevar"

Los agentes descartaron acceder saltando desde ese piso al anexo donde sucedían los hechos ante el peligro de precipitarse, y requirieron la presencia de los bomberos, que les franquearon la entrada. Una vez dentro, encontraron al final del pasillo al hombre, que les dijo: "Ya me podéis llevar".

Según reconoció el propio acusado, desde que la mujer llamó hasta que llegó la Policía pasaron "30 ó 40 minutos", y unos "20 minutos más" hasta que tiraron la puerta y accedieron al domicilio.