"Nos vemos el jueves. Te contaré lo que me está pasando", le dijo Mónica a una amiga. Era el 19 de julio de 2022. Su familia perdió el contacto el día 20. Al principio no desconfiaron, pero cuando en agosto vieron que su WhastsApp seguía inactivo saltaron todas las alarmas porque Mónica era muy activa en redes, reconoce María Jesús, su hermana, que también confiesa a Informativos Telecinco, que Mónica llevaba "una vida independiente" y algo dispersa. "Tenía ropa en casa de un exnovio, de su pareja, hasta en el coche y a su hijo (ahora tiene 22 años) lo criaron los abuelos, pero estamos seguros que algo le han hecho".
La hermana de Mónica no quiere apuntar a su novio, porque "no tiene pruebas", aunque reconoce que, aunque en principio la relación fue bien, luego se volvió "tormentosa". No descarta que en ella se produjeran malos tratos porque "algo había oído" al respecto. No ayuda que el novio de la joven haya dado varias versiones de lo ocurrido, desde que se marchó de casa hasta que la acompañó a la parada del autobús para ir a trabajar, justo en un día en el que ella no trabajada. Si algo tiene claro la hermana de Mónica es que la joven no ha desaparecido por propia voluntad. Los investigaciones analizan todas las posibilidades para su desaparición.
Cuando desapareció Mónica estaba durmiendo en casa de su pareja. Trabajaba en la hostelería los fines de semana. "Tenía trabajos esporádicos", señala su hermana. Vivía en un pueblo cerca del pantano de Siurana. Los amigos que conocían a su novio dicen que la relación era inestable. Que envió a un amigo vídeos de ella ensangrentada y otro vídeo donde decía no me pegues más. Dijo que se los enviaba por si le pasaba algo.
Mónica toma medicación para su arritmia y para el asma y en estos meses no ha retirado ningún medicamente, no ha usado sus tarjetas bancarias, no ha dado señales de vida el día del cumpleaños de su hijo y tampoco ha contactado con su familia el día que operaban a su madre.
Sin noticias, sin rastro, sin pistas. la alerta de Mónica se ha difundido por redes sociales, televisión y medios de comunicación. Nada, nadie, ha aportado nada. "No hay nada", lamenta María Jesús. "Pensamos que no es una desaparición voluntaria. Como nos dijeron los Mossos, no pinta bien"