Claves de la ley del bienestar animal: gatos comunitarios, prohibido el sacrificio y cursos para tener perros

  • La ley pretende regular la relación de los humanos con los animales de compañía para evitar el abandono

  • Se estima que el cincuenta por ciento de los animales de compañía existentes se encuentra fuera del control oficial

  • No se podrá dejar sin supervisión a cualquier animal de compañía durante más de tres días consecutivos

La ley 121/000117, de 15 de diciembre conocida como ley de protección, derechos y bienestar animal modifica el Código Civil para adaptarlo a la naturaleza de los animales y a las relaciones de convivencia que se establecen entre ellos y los seres humanos. Ese es el objetivo y lo que regula, pero regular la relación de los humanos con los animales tiene puntos conflictivos, entre ellos el relativo a los perros de caza.

Cuando el pasado 18 de febrero, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley ya surgieron las primeras voces discordantes: el borrador suscitó el descontento en el sector de la caza, ya que equipara a los animales utilizados en actividades cinegéticas con otros animales domésticos o de compañía. El PSOE les ha escuchado y presentó una enmienda a la ley que se aprobó con el apoyo de PP, PNV, Vox y Ciudadanos, entre otros, creando malestar en Unidas Podemos, socios de Gobierno y que ahora no quiere aprobar la ley.

La enmienda aprobada excluye de la norma los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza y establece que: “Todos ellos se regulan y quedarán protegidos por la normativa vigente europea, estatal y autonómica correspondientes y que les sea de aplicación al margen de esta ley”.

Qué dice exactamente la ley

En España en uno de cada tres hogares se convive con al menos un animal de compañía por lo que, según recoge el texto que este jueves se debate, en la actualidad hay más de trece millones de animales de compañía registrados e identificados.

"Pese a ello, se estima que aproximadamente el cincuenta por ciento de los animales de compañía existentes se encuentra fuera del control oficial, al no estar identificados legalmente, con el riesgo que ello supone", se comenta en el texto de una ley que pretende regular "su adecuada protección como para la propia seguridad y salud pública y la conservación de la biodiversidad".

Por ello la ley:

  • Promueve los mecanismos de adopción de "individuos abandonados", estableciendo criterios pedagógicos, informativos y de control.
  • Se configuran programas territoriales orientados a la protección de los animales y la dotación a las Administraciones Públicas de medios económicos para plasmar sus políticas en materia de protección animal.
  • Se establece la prohibición del sacrificio de animales de compañía (exceptuando motivos de salud pública o eutanasia), no permitiendo que sean sacrificados los animales por cuestiones de ubicación, edad o espacio de instalaciones.
  • Respecto a las personas propietarias de perros, se establece la obligatoriedad de haber realizado un curso formativo al efecto".
  • Tampoco se podrá dejar sin supervisión a cualquier animal de compañía durante más de tres días consecutivos”, un plazo que “no podrá ser superior a las 24 horas para la especie canina”.
  • Desaparece la lista de razas catalogadas como potencialmente peligrosas.
  •  Se introduce el concepto de gato comunitario, el gato libre que convive en entornos humanos y que no es adoptable debido a su falta de socialización, y se establece una gestión integral de los mismos con métodos no letales, basados en el método CER, con el objetivo de reducir progresivamente su población mientras se controla el aporte de nuevos individuos con la esterilización obligatoria de los gatos con hogar.
  •  La cría y comercio de animales deben regirse por normas garantistas y claras distinguiendo a los animales por su condición de seres sintientes. 
  • Se regula la venta o adopción de animales de compañía, estableciendo únicamente la posibilidad de ser realizadas por parte de profesionales.

Qué pasa con los toros: no entran en la ley

 La nueva ley regula "el uso de animales en actividades culturales y festivas, estableciendo unas condiciones de uso acordes a su dignidad como seres sensibles, con el fin de evitar situaciones de humillación, maltrato y muerte del animal", pero no entran los toros porque lo que se regula es los animales de compañía.

Esta ley se circunscribe a animales de compañía y silvestres en cautividad y por tanto los toros no entran en el debate. Tampoco otros animales como vacas, cerdos ni gallinas. Ningún animal de producción está regulado por esta norma.

Tampoco se regula a los animales que se usan en laboratorio porque tampoco son animales de compañía.

Acabar con el abandono animal

En España no hay cifras oficiales de cuántos animales de compañía se abandonan al año pero se estima que son unos 200.000. Con esta ley se pretende evitar eso.

Tal y como explica Sergio García Torres, el Director General de derechos de los animales al impulsar esta norma se pretendía acabar con esa lacra: "Son 89 artículos con sus disposiciones adicionales, que despliegan muchísimas herramientas para acabar con la lacra del abandono de animales de compañía y establece un marco mucho más objetivo para la protección de los animales".