El juez de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz investiga a los sobrinos del presunto autor del atropello mortal que se produjo el pasado noviembre en el transcurso de una boda en Torrejón de Ardoz y que acabó con la vida de cuatro personas, han informado fuentes jurídicas.
Los sobrinos acompañaban en el coche al autor del atropello mortal, pero huyeron cuando llegaron a Seseña, a unos 50 kilómetros del lugar de los hechos.
En su declaración, manifestaron ayer que el atropello no fue intencionado y que las víctimas se echaron encima del coche, según apuntan las mismas fuentes jurídicas y ha adelantado el diario 'ABC'.
Según su versión, huyeron del lugar en coche porque les "querían matar". Cuando salieron, se les tiraron encima del vehículo y el conductor les dijo que se agacharan, sin percatarse de que hubo un atropelló mortal.
El atropello tuvo lugar a las 2.44 horas del 6 de noviembre a la salida del restaurante 'El Rancho', ubicado en el número 6 de la avenida de la Constitución, donde se estaba celebrando una boda gitana con más de 200 invitados.
El principal imputado, invitado a la ceremonia religiosa pero no al convite posterior, inició una discusión en el interior del local que no fue a mayores y abandonó el establecimiento.
Cuando los invitados empezaron a marcharse, ya en la calle, esta persona supuestamente arrolló a un grupo de personas con su vehículo, un Toyota Corolla Verso de color gris, y se dio a la fuga. Como consecuencia de ello, cuatro personas murieron. Otras ocho personas resultaron heridas, cuatro de ellas de carácter grave.
El presunto autor del arrollamiento huyó del lugar en un vehículo que fue localizado horas después, sobre las 4 horas, en Seseña (Toledo).
La Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo localizó el vehículo, un Toyota Corolla que circulaba con las lunas rotas y al que le faltaba el parachoques delantero, cuando realizaba servicios de prevención en la Urbanización El Quiñón de Seseña.
Los agentes arrestaron a sus tres ocupantes, un ciudadano portugués nacido en 1987 y sus dos hijos menores de edad. Estos dos últimos, de nacionalidad española y nacidos en 2006 y 2007, fueron puestos en libertad a cargo de su madre tras prestar declaración.
Su padre aseguró a los agentes que fue el único responsable del atropello mortal y que huyó de un tiroteo, pero no había casquillos ni disparos en su vehículo, han indicado fuentes policiales.