El Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) ha determinado una sanción de 200 euros a la empresa de restauración Serunion, adjudicataria del servicio de cafetería del centro hospitalario por la aparición de unos gusanos en una sopa servida en sus instalaciones a finales del mes de octubre del pasado año.
Se trata de un acuerdo adoptado en el Caule el 31 de diciembre, por el que se establece la sanción con esa cantidad de 200 euros, que se encuentra recogida en el pliego de condiciones del contrato entre el hospital y la empresa, tal y como han confirmado fuentes sanitarias.
Atendiendo al pliego, la sanción de 200 euros se correspondería con un incumplimiento catalogado como "grave" por la aparición de esos gusanos, que la investigación realizada en su momento por los Servicios de Control Oficial de la Junta de Castilla y León determinó que se trataría de "larvas de harina" de carácter "inocuo" para la "salud humana".
Según aquel informe, emitido por la administración autonómica el día 9 de noviembre de 2022, la aparición de esas larvas en un plato de sopa servido en la cafetería de Personal del Complejo Asistencial fue un episodio "puntual y único".
Las intervenciones realizadas por el Servicio Territorial de Sanidad en León consistieron inicialmente en la "inspección pormenorizada" del establecimiento para verificar las condiciones generales de higiene en las instalaciones y en prácticas de fabricación y manipulación de los alimentos, así como la auditoria del sistema de autocontrol de la propia organización responsable, sin que aquellos controles arrojaran "hallazgo o deficiencia importante".
Los Servicios de Control Oficial también realizaron la recogida y precintado de muestras-testigo del preparado alimenticio implicado, de la materia prima utilizada (fideos), de uno de las larvas halladas en la comida y de otros alimentos usados en la elaboración del plato, todo ello inspeccionado en el Laboratorio de Salud Pública de León para buscar otros ejemplares del insecto, descartándose la presencia de otras larvas o adultos.
Tras su análisis en el Laboratorio de Entomología Médica del Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud 'Carlos III', la larva remitida fue caracterizada como Tribolium sp., un coleóptero de la familia de Tenebrionidae, "escarabajo bastante común en alimentos de origen vegetal envasados". "Generalmente se alimentan de cereales, harinas, pastas alimenticias, galletas, etc. Estos insectos no son patógenos para el ser humano, ni están involucrados en la transmisión de ninguna enfermedad", se señalaba en el informe.
Después de todo este proceso de recogida de información y análisis, la investigación realizada por los Servicios de Control Oficial indicó que las larvas únicamente fueron detectadas "en un único plato de sopa" servido en este turno de comida y que, "ni el resto del servicio, ni en las muestras-testigo y en la materia primas se han encontrado más ejemplares asociados, lo que hace pensar que se trata de un hecho único y puntual".