Antonio Jesús, no pegaba ojo por saber el paradero que su querido y fiel acompañante, Teo, un yaco de cola roja que llevaba con él desde hacía 16 años. La desolación, también invadió a otra familia cuando robaron a su loro Paco, quien era un hijo para ellos. Desde que desapareció Teo el pasado lunes, no ha parado hasta encontrarlo, moviendo cielo y tierra, llegando hasta a ofrecer una recompensa de 1.000 euros por su amigo. Pero todos sus esfuerzos estaban cayendo en saco roto, Teo no regresaba, quizás por que él pensaba en un principio que estaba perdido, pero no, a su amado loro se lo habían llevado. Como Antonio Jesús, el dueño de un gato también había perdido la esperanza de encontrarlo, pero una llamada le cambió la vida, su gata había aparecido después de 10 años vagando sola por Nueva York.
Antonio Jesús había casi perdido toda la esperanza de reencontrarse con Teo, pero finalmente todas la fuerza que ha hecho para volver a verle a tenido sus frutos. "La presión ha podido con quienes se lo llevaron y lo han soltado", piensa Antonio Jesús en su relato con NIUS. Su desaparición cautivó a media España, Teo estaba acaparando la prensa y su foto corría como la pólvora por las redes sociales. Quizás esto fue lo que llevó finalmente a los 'secuestradores' a liberar al pequeño Teo de su cautiverio.
Esta repercusión mediática provocó que una vecina de su localidad, San Juan de los Terreros (Almería), le llamase para informarle que alguien se había puesto en contacto con ella para decirle que sabía donde se encontraba Teo.
Al conocer la noticia, Antonio Jesús corrió para reencontrarse con su querido amigo. Al más puro estilo de las películas de narcotraficantes americanas, le dieron una pequeña bolsa de viaje, en su interior, el mayor de los tesoros para él, Teo. Pero antes de marcharse del punto de intercambio, Antonio Jesús tenía que hacer una cosa para comprobar que era él, silbarle. Tras el sonido agudo Teo respondió con un "Viva España", ahora tenía claro que se trataba de su amigo y los miedos de no volver a verle se disiparon rápidamente como el silbido que confirmaba que volvían a estar juntos.
Ahora, Teo ha vuelto a su hogar, donde se recupera del estrés que ha vivido en los últimos días y que lo han dejado nervioso y cansado. "Está bastante bien a pesar de todo lo que ha pasado", ha asegurado el hombre, que sabía desde el minuto uno que su fiel amigo no se había escapado voluntariamente de su casa. Ahora, tras los hechos, lo ha confirmado. Finalmente, todo ha acabado y ambos vuelven a estar juntos con su familia y con una anécdota que nunca olvidarán.