A la intemperie, abandonado, famélico y atado a un palo mientras caía una fortísima tormenta en Granada.En estas condiciones fue rescatado Baltasar, un precioso mastín, hace tan solo tres semanas. Estaba en los huesos y apenas le quedaba energía para moverse. Un mes después, gracias a su rescatadora, ha recuperado peso y pelaje, pero todavía busca un hogar.
Sus rescatadores llegaron justo a tiempo para salvarle la vida y siempre tuvieron fe ciega en su recuperación. No es el primer caso de abandono que nos hiela la sangre en las últimas fechas. Un perro moría en una azotea de Torrevieja (Alicante), tras pasar cuatro días solo sin agua, ni comida a pleno sol.
Al borde de la muerte fue llevado al veterinario. Y de ahí a un nuevo hogar donde, literalmente, Baltasar volvió a nacer. Amanda y Maripaz le han cuidado con todo esmero y ya ha recuperado cinco kilos. Necesita 25 más, pero está en camino de ser el que fue. La imagen de este mastín incapaz de moverse y llevado en brazos de sus rescatadores generó una enorme ola de solidaridad. Ahora sorprende que nadie haya dado el paso de ofrecerle un hogar. Nada se sabe de su antiguo dueño ni tiene chip.