Vecinos del barrio Nuestra Señora de la Merced, en Quito (Ecuador), denunciaron a través de los medios y de las redes sociales que Manchas, un perro callejero al que adoptaron como su guardián, sufrió el lamentable robo de su caseta de madera en fin de año. Por otra parte, los vecinos de Tui, en Galicia, se han unido para que no les quiten a la perrita Lúa, que apareció deambulando por el pueblo hace años.
Según contó una residente identificada como Cristina Arcos a Ecuavisa, los tres ladrones arrancaron la caseta que se encontraba anclada a la pared y al suelo de una de las viviendas. Tras su huida, al can no le quedó más opción que pasar la noche en el suelo y a la intemperie.
Las imágenes, captadas por las cámaras de seguridad de la zona, fueron difundidas por redes sociales. De esta manera, se viralizaron y la historia llegó hasta las mismas personas que habían robado la caseta, quienes se conmovieron y devolvieron el objeto hurtado con una nota de disculpa.
De acuerdo con el texto, ellos, al no ver a nadie con la casa, decidieron llevársela para otro can. "¡Perdón! No creímos que tuviera dueño porque no vimos al perrito, por lo que quisimos dársela a un perrito que no tiene casa y vive más abajo. Vamos a venir a darle comida, no quisimos hacerle daño", señalaron en la nota, que también ha corrido como la pólvora en la Red.
Tras ver que el perrito estaba durmiendo en plena calle, los vecinos, según recoge el diario La República, decidieron hacer una colecta para adquirir una nueva caseta de madera ya que la que tenía quedó dañada. "Con la ayuda de algunos vecinos, la pintamos", afirmó Arcos.
La mujer aseguró que Manchas fue abandonado hace más de seis años en el barrio y ha conseguido ganarse el cariño de todos, quienes lo cuidan y lo alimentan. Además, el can es el principal guardián de la calle porque evita que personas desconocidas se acerquen a esta zona de la capital ecuatoriana.