Hay amores que son para toda la vida, y mucho menos se olvidan, así lo han demostrados decenas de parejas del pueblo almeriense de Cantoria. "La miro con los mismo ojos que la miraba entonces", asegura Domingo sobre su mujer Inés en el día que han recreado su boda 52 años después, como un hombre que se volvió a enamorar de su mujer tras perder la memoria, llegando a pedirle que se volviesen a casar. Esta es la iniciativa que ha llevado a cabo un fotógrafo de Cantoria para demostrar que existen amores que sí que duran.
Andrés Carillo, fotógrafo de vocación y agente de innovación en el Proyecto Guadalinfo de la localidad, se le ocurrió animar a sus vecinos a recrear el día de sus bodas medio siglo después. El único requisito, llevar más de 45 años casados y demostrar el amor que se tuvieron y que se siguen teniendo.
Para conmemorar sus 'bodas de oro' el fotógrafo les permite a los afortunados, o recrear sus fotografías de boda, pero ahora a color, o hacerse unas nuevas el el sitio donde les hubiese gustado celebrar su enlace matrimonial. Tan solo unas semanas después de darse a conocer la iniciativa, ya se han apuntado más de sesenta parejas. Es tal el trabajo que tiene el fotógrafo que ha tenido que poner a muchas en lista de espera debido a la gran acogida que ha tenido entre los vecinos del pueblo.
La idea comenzó a gestarse poco antes de que estallara la pandemia de coronavirus en 2020, señala, y no imaginó ni de lejos que la iniciativa tendría tal acogida. A pesar del recasamiento, a muchos le han entrado los nervios típicos del gran día al ver al fotógrafo, como es el casos de Inés, "parece que me voy a casar de verdad". Inés y Domingo se casaron un martes 9 de septiembre de 1969 en la iglesia del pueblo. Allí, 53 años después y tras dos hijos, tres nietos y un bisnieto, se han vuelto a dar el sí quiero, retratados en unas fotos que quedarán para la posterioridad en una exposición permanente del Centro de Participación Activa del municipio, según asegura el diario El Mundo.
Para muchos, esta iniciativa también supone una oportunidad por tener la boda que les hubiese gustado. En plena posguerra, con una situación económica mala y con una sociedad firme, Ana no pudo casarse con su marido Isidoro de blanco por falta de dinero, un hecho que le ha estado recomiendo desde entonces, ahora tendrá la oportunidad de poner remedio. Pero hay una cosa en la que coinciden todos y que ninguno cambiaría, aquel que está a su lado en la foto y con los que han compartido los años más felices de su vida. "Es el compañero de toda mi vida", asegura una mujer que ha participado en esta iniciativa.