El director del proyecto Suma, Javier Choren, lleva a cabo una serie de actividades en centros educativos canarios que están dando la vuelta al concepto de inclusión, hasta el punto de que ha mejorado la vida de 800 personas con diversidad funcional. Por otra parte, el Básquet Girona de Marc Gasol también ha ido un paso más allá en integración y, desde el pasado mes de diciembre, ofrece la narración para los aficionados invidentes que acuden a su pabellón.
Una de las personas a las que ha ayudado el Suma Gran Canaria es Agustín, quien, con hipersensibilidad táctil, no podía siquiera coger el balón con sus manos hace un año. Luego comenzó a utilizar guantes y ahora, gracias a su esfuerzo y al trabajo de motivación de su entrenador y de sus compañeros, ya juega como uno más.
A Daniel le motiva un balón más que cualquier otra terapia. Su madre, Lourdes, asegura que "esto es algo deportivo y en el que hace equipo" y reconoce que "la verdad es que le ha venido súper bien". Y Pepe cada vez usa su andador con más soltura y autonomía. "Gracias al baloncesto, a una actividad motivadora", subraya Dácil, su progenitora.
Esa actividad es el baloncesto, es el baloncesto con Javier, el baloncesto con amigos, con compañeros en mayúsculas, esos que dan la mano al que la necesita. "Ese equipazo, el ver cómo se ayudan unos a otros, es energía para dos meses", afirma Dácil.
Choren destaca que "es una terapia y, además, una inversión en sanidad". En este equipo no importa la edad, ni los puestos ni la estatura. Importan la pasión y las ganas. "Lo que sí me preocupa cada día es que todos los chicos y las chicas que forman parte del proyecto sean felices", dice Javier.
Importa celebrar si hay un cumpleaños. Choren explica que "Benito, un chico que fiché en un supermercado, decía que, con 37 años, la primera vez que celebraba el cumpleaños con amigos era en el proyecto Suma". Javier añade que "siempre digo que esta gente trabaja el doble para conseguir la mitad y para mí es un ejemplo".